La violencia en Sinaloa ha superado los 600 asesinatos en 100 días, afectando la cotidianidad de sus habitantes.
Desde el lunes 9 de septiembre, hace ya tres meses, los habitantes de Culiacán se han visto obligados a seguir las noticias y las redes sociales con la misma urgencia con la que se consultan los pronósticos del clima. Sin embargo, lo que realmente buscan es saber si pueden salir de casa con seguridad.
Este estado de alerta se debe a los enfrentamientos violentos entre dos fracciones del crimen organizado en Sinaloa. Estas disputas han dejado un saldo trágico de más de 600 muertos y más de 900 personas desaparecidas.
La violencia en Sinaloa ha llevado al estado a posicionarse como el segundo más violento del país en los primeros meses de la administración de Claudia Sheinbaum, solo por debajo de Guanajuato. En promedio, se ha registrado un asesinato cada cuatro horas, con un total de 555 homicidios dolosos entre el 9 de septiembre y el 9 de diciembre, según datos de la Fiscalía General del Estado.
El aumento de la violencia en Culiacán también ha generado serias afectaciones a la salud mental de la población. En respuesta a esta crisis, la Facultad de Psicología de la UAS ha establecido un servicio de atención psicológica virtual a través de su Centro de Servicios Psicológicos.
El doctor Gonzalo Castaños Salazar, académico de la Facultad, explicó que la constante exposición a hechos violentos tiene un impacto psicológico negativo en la población, provocando desde miedos y estrés agudo hasta trastornos por estrés postraumático.
Este tipo de crisis no es nueva en la región. Culiacán vivió episodios similares entre octubre de 2019 y enero de 2023, conocidos como los ‘jueves negros’. La actual ola de violencia ha sido descrita como una ‘narcopandemia’, una situación que, según el especialista, ha normalizado la violencia en el estado y amplificado su impacto psicológico.
A 100 días del inicio de esta ola de violencia, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, regresó a Sinaloa la noche del 17 de diciembre. El propósito de su visita es continuar con las estrategias de seguridad implementadas en la región.
Este es el tercer viaje de Harfuch a Sinaloa, siendo el primero en octubre, cuando llegaron refuerzos policiales para reforzar las acciones contra los grupos criminales en el estado.