El fin de año está aquí y junto con él llega el tiempo de agradecer por lo recibido y por lo aprendido, así como para prepararse para los nuevos ciclos en todas nuestras dimensiones: personal, profesional, familia, amigos y, desde luego, Jalisco y nuestro país. Y, sin duda, uno de los deseos que está en todas y todos es vivir en un México con más democracia y más igualdad. En este sentido, cierro este 2024 con algunas de las reflexiones que me generó la lectura de México nuevo, de Jorge Álvarez Máynez (Planeta, 2024), libro que tuve el honor de presentar en la reciente FIL Guadalajara.
Es un libro breve y de lectura ágil que construye una visión para confrontar los grandes problemas nacionales. En él encontramos propuestas para la seguridad, la economía, la educación, el desarrollo de las niñas y los niños, el medio ambiente, entre muchos otros temas. Su propuesta de país se basa en tres grandes ejes: justicia y Estado de derecho, prosperidad económica e igualdad social. Lo más valioso, creo, es que defiende el ideario de la socialdemocracia, única alternativa política y económica viable para nuestro país.
El primero de los ejes del libro delinea que un México más justo requiere, forzosamente, combatir la impunidad. El problema, dice Jorge, más que la corrupción, es la impunidad. Debemos elevar las condiciones de vida de nuestros policías, reformar los ministerios públicos y fortalecer al Estado mexicano. Sólo así podremos combatir a las organizaciones de la delincuencia organizada. La militarización del país es una pésima alternativa. Debemos conquistar la paz social y, para ello, no sólo es importante la participación de la sociedad civil sino el involucramiento activo del Estado.
Urge un Plan Nacional de Pacificación como el que propone Máynez. Los ciudadanos debemos poner de nuestra parte, pero sin la intervención y voluntad del Estado, no lograremos alcanzar la anhelada paz.
Otro de los aspectos fundamentales para alcanzar un México más próspero, se desprende, sobre todo, de una relación más humana con la naturaleza. Nos urge cuidar el agua y todos los recursos naturales de nuestro país. Las generaciones más jóvenes nos exigen mayor sustentabilidad y cuidado del medio ambiente.
Otra de las demandas es el derecho a una vivienda digna que, más que derecho, se ha convertido en un lujo. México debe crecer desde las regiones, desde lo local: necesitamos más federalismo y menos centralismo autoritario. Sólo podremos crecer y prosperar desde las regiones.
Finalmente, el libro de Máynez traza un último pero no menos importante eje: que un México más igualitario requiere, sobre todo, atender a nuestros niños y niñas: ofrecerles servicios educativos y médicos de calidad, cuidarlos de que no sufran ningún maltrato o abuso.
El lema de un México nuevo es: “Por el bien de todos, primero las niñas y los niños”. Dice Jorge: “Es durante la infancia cuando se definen todas nuestras oportunidades en la vida: partiendo por la alimentación que tenemos, el acceso al conocimiento, a la cultura, y en cómo se comienza a entender la vida”, (p. 83).
Son muchas, aún, las líneas a seguir y a levantar para continuar y consolidar la construcción de un México nuevo. Son muchos lo deseos y compromisos con los que nos despertaremos este 01 de enero pero, sin duda, son más las ganas de tener construir un país con más calidad democrática y más igualdad.
¡Feliz 2025!