De entre lo bueno y lo no tanto
El cierre de un ciclo como lo es un año viejo, siempre estará cargado de nostalgia y múltiples expectativas ante el desconocido por venir, pues, conforme las manecillas del reloj avanzan y las horas se anuncian en cuenta regresiva, con la llegada de un nuevo año mucho habremos que rebobinar sobre lo relevante en este 2024.
Todas las aristas de lo que conformó la historia de este año se unen y fusionan en una misma para hacer la descripción del cierre de un ciclo.
Muchos apuntan que luego de la pandemia los años pasan volando o bien, algunos eventos pasan desapercibidos: entretenimiento, deporte y política, todos mezclados los unos con los otros, conformaron el paso de estos casi 365 días. Mencionar la llegada de la primera mujer presidenta en México, el adiós de una de las más grandes leyendas del cine de oro, o el tricampeonato de uno de los villanos más amados en el futbol mexicano.
Lo mejor o lo peor de un año lo podemos definir gracias a una propia perspectiva, empaparnos en la diversidad de información y la fugacidad del ahora que queda plasmado para siempre.
De entre lo mejor y lo peor a rescatar, lo que queda son los propios aprendizajes. La historia que marca la sociedad puede formar parte de la historia propia de vida, tatuando a nuestro paso por esta vida, los sublimes momentos que se convierten en historia de nuestra historia.
