Alarmante crecimiento de indigentes

Hace una semana visité el Centro Histórico por la noche. Recorrí la “Cruz de Plazas”, el Paseo Alcalde y los portales que hay en el primer cuadro. Quedé impactado por las personas que dormían en todos los portales, no sólo en los de Independencia, a un lado de la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres.

Mientras los gobiernos federal, estatal y municipales presumen que la pobreza redujo en el país, la pobreza extrema continúa azotando a la población más vulnerable y no se ve un programa efectivo para esta gente en situación de calle de todas las edades. Desde menores de edad hasta adultos mayores, abandonados, con problemas mentales, con problemas de salud y drogadicción.

En menos de cinco años, los indigentes se duplicaron en la ciudad. Se estimaban menos de mil en la Zona Metropolitana de Guadalajara, pero ya suman más de dos mil 500 personas que viven en las calles, con base en registros del Sistema DIF en Jalisco. De esos, el Ayuntamiento de Guadalajara reconoce que hay mil 700 en el municipio. Sin embargo, personal de asistencia social acepta que son más.
La pregunta es: ¿Qué hacemos como sociedad para atender y reducir este problema? Los medios de comunicación han publicado el incremento de indigentes en Guadalajara, Tijuana, Mexicali, Ciudad Juárez, Villahermosa, Toluca… en fin. En las 52 principales ciudades de México está creciendo este problema y no existe una política pública nacional que lo controle. Ni siquiera hay rastro de un programa enfocado.

Hace más de una década, académicos del ITESO publicaron la investigación “Indigencia, un abordaje multidisciplinar y una propuesta de intervención en la Zona Centro de Guadalajara”, en la que emitieron recomendaciones. Acentuaron que la indigencia es un tema que debe ser abordado de manera multidisciplinar, toda vez que requieren de una atención completa, un trabajo abordado desde diferentes áreas del conocimiento. “El fenómeno social ha de ser explicado no sólo por los desequilibrios mentales de las personas, sino también por las dinámicas sociales”. “Es necesario que se logre implementar en la práctica, no solamente en el discurso, los compromisos entablados por México a nivel internacional (tratados y convenciones) en torno al respeto de los derechos humanos, en este caso de los indigentes, que al igual que las demás personas tienen derecho a la alimentación, salud, vivienda digna e identidad”. “Las políticas públicas encaminadas a este sector vulnerado deberán ser, además de asistencialistas, más completas, que atiendan a todas las necesidades de estas personas, que no pueden ser discriminadas por sus condiciones de vida”. “Se requiere transformar las prácticas autoritarias, paternalistas, discriminatorias y criminalizantes hacia ese sector de la población. Esto implica políticas, programas y proyectos efectivos y creativos, basados en el derecho al desarrollo con el debido apoyo de la sociedad civil y el Estado, de quien es deber proporcionar los medios necesarios para que ocurra”.

Urge que autoridades municipales y estatales visiten la Zona Centro por la noche para que dimensionen el problema y luego refuercen las estrategias y los programas para reducir este problema, con las mejores políticas públicas que han aplicado otras ciudades.