Jonás

La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo tendrá su primer informe de gobierno… y no, no será el oficial, sino el de los primeros 100 días de su trabajo.
Tendrá lugar el 12 de enero en el Zócalo de la Ciudad de México y ya se giró la instrucción a todas las dirigencias estatales del Partido Morena para que organicen la asistencia de la mayor cantidad de simpatizantes y militantes.
Naturalmente, se espera que el Zócalo de la Ciudad de México esté pletórico de simpatizantes del partido y de la presidenta Sheinbaum. Es una consigna asumida que la línea de popularidad y aceptación de la que gozó el expresidente Andrés Manuel López Obrador debe mantenerse y aún más, aumentarse.
Para la presidenta Sheinbaum, igualmente, el informe de los primeros 100 días de su gestión representa un gran reto, sobre todo porque se presenta a una semana de distancia de la llegada al poder del presidente Donald Trump, el mayor reto que tendrá Claudia Sheinbaum, sin duda alguna, en los primeros años de su gestión.
Adicionalmente, la presidenta enfrentará el juicio crítico no solo de la oposición política y social –que poco le preocupa–, sino también de la crítica internacional –que ese sí, le preocupa sustancialmente– porque en sus primeros 100 días, justamente, se hicieron las reformas más profundas que se habían realizado a la Constitución en más de dos décadas.
Aunque en el discurso se asume como un triunfo y fruto de la transformación, la reforma al Poder Judicial, las reformas en materia penal y las reformas en materia de seguridad, siguen mereciendo críticas internacionales y organismos de Derechos Humanos.
La presidenta Sheinbaum tratará de contrarrestar estas críticas, sobre todo dirigiéndose a los mexicanos (especialmente a sus simpatizantes), subrayando el incremento en el salario mínimo, los niveles de popularidad, la atención inician a los grupos marginados y especialmente, los programas sociales que entregan recursos a las personas con más necesidades económicas.
Juicio diferenciado tendrá la crisis de seguridad que tanto se ha reflejado en lugares como Sinaloa, Tabasco, Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Colima o Guanajuato.
Será interesante ver cómo se resuelve este primer informe de la primera presidenta, ante la sociedad mexicana y el mundo.

100 días de gobierno

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El gobernador del Estado, Pablo Lemus Navarro, hizo un compromiso fuerte cuando era candidato a la gubernatura: Desaparecer el cobro de la verificación vehicular. Recuerdo perfectamente –y dispénseme que escriba en primera persona, porque lo anunció en una entrevista conmigo– que después de ese anuncio, el gobernador en funciones, Enrique Alfaro Ramírez, consideró una “ocurrencia” desaparecer el cobro público por la verificación vehicular.
Muchas cosas han pasado desde entonces, incluida la jornada electoral del 2 de junio de 2024 y los procedimientos judiciales que incluyeron el intento de anular la elección por la gubernatura de Jalisco. 
Hoy, en el naciente año 2025, Pablo Lemus Navarro es gobernador del Estado y la verificación vehicular es gratis.
Aún más, los policías viales no pueden detener a los automovilistas para sancionarlos por no haber realizado todavía el trámite de la verificación vehicular.
Sin embargo, verificar es obligatorio.
¿Cómo lo resolvió el nuevo gobierno del Estado de Jalisco? Mediante el denominado “Paquetazo”, que consiste en el pago del refrendo vehicular, ese sí, obligatorio, de 900 pesos.
Por ese pago, el propietario de un automóvil cubre el pago del impuesto estatal (refrendo vehicular) pero además tiene derecho de que se le genere de inmediato una cita para realizar la verificación vehicular en el período correspondiente con el último número de su placa. 
Y adicionalmente –que será en la mayoría de los casos– recibirá la instrucción y fecha para que pueda cambiar sin ningún costo adicional, las placas de su vehículo. Este esfuerzo, lo han explicado repetidamente, es porque se requiere que las placas de los autos puedan ser revisadas por el sistema de cámaras de videovigilancia. 
Las críticas no se hicieron esperar, sobre todo desde la perspectiva de la oposición política.
El reclamo principal es que habrá subsidio, es decir, pago de los trámites con recursos económicos que provienen del cobro de impuestos. Lo critican porque –argumentan– ese dinero debería destinarse a otra cosa.
La discusión sobre el uso de los recursos públicos es eterna. En la Ciencia Política no se conocen políticas públicas que sean aceptadas al 100% a menos que se refieran a temas en los que va de por medio la vida de las personas o la existencia de la nación.
Por eso, es normal que en Jalisco se critique el “Paquetazo”. 
Pero lo más importante, más allá de las críticas, es que se aplique con toda energía, de manera que los jaliscienses que poseen un auto, lo lleven al taller a que le hagan todos los cambios mecánicos para que contamine lo menos posible.
Y también es importante que cambien las placas para que haya más medidas de seguridad.
Eso no puede ser discutido.
Si se pagan impuestos, también se requiere acatar medidas comunitarias en beneficio de la mayoría. 
Bienvenido el “Paquetazo”.

El “Paquetazo” de la verificación

Justo al terminar el año 2024 –lo había adelantado en este espacio desde ayer– quedan firmes percepciones de que acaba un período con profundas dificultades e inicia otro en el que los retos serán iguales o mayores.
Tener un diagnóstico claro y certero, que no permita equivocaciones, brinda la dimensión real de lo que puede ser problemático y entonces, a partir de ahí, comenzar una estrategia para corregir y mejorar.
En ese afán, el país inicia 2025 con problemas muy similares a los que dominaron en 2025: inseguridad, focos excesivos de violencia, reto del crimen organizado al Estado Mexicano y los retazos de una marcada polarización que se alimenta de la visión distinta entre unos pocos gobiernos surgidos de la oposición a Morena y lo que llaman la “cuarta transformación”. El caso de Jalisco es un claro ejemplo. 
En esas condiciones, es decir los “problemas de casa”, el gobierno mexicano que encabeza la presidenta Claudia Sheinbaum, tiene por delante una serie de retos geopolíticos bastante marcados, aunque no aparezcan en la agenda nacional.
¿Cuál es el papel del gobierno mexicano y del país en el conflicto Rusia – Ucrania? ¿Qué impacto tiene en México la desestabilización creciente por los conflictos bélicos en Medio Oriente (Siria, Israel, Palestina)?
Aunque esas preguntas deben responderse, el principal enigma internacional para México, tiene nombre y apellido: Donald Trump. Sus amenazas obligan a preparar reacciones en varias áreas de gobierno. 
A pesar de este panorama, es importante recuperar una añeja sabiduría: donde hay crisis, está naciendo la oportunidad. Por eso hablo de los motivos para el optimismo.
En Jalisco, de entrada, el 2025 será un año de intenso trabajo: obras hidráulicas para mejorar el servicio del SIAPA; obras de movilidad para concluir la Línea 4 del Tren Ligero e iniciar las obras de la Línea 5 de transporte masivo en la ciudad. 
Además, en materia de seguridad, será un año de intenso trabajo para atender la crisis de desaparecidos, a lo que se añade la estrategia de trabajo en mesas de seguridad.
¿Hay problemas? Sí, y muchos. Pero no estamos rendidos. Se trabaja en ellos y se resolverán. Esa es la fuente del optimismo no ingenuo. 
Desear un buen año 2025 implica también, sumarse a la solución. 
Feliz Año.

Razones para el optimismo en 2025

El año que termina se va dejando una larga estela de sucesos felices y otros amargos.
Parece algo evidente. Se diría que eso es lo natural, pero 2024 fue el período de 12 meses en el que ocurrieron eventos de impactante profundidad. 
Fue el año en que se eligió por primera vez a una presidenta en la historia bicentenaria de la república mexicana. Claudia Sheinbaum Pardo logro casi 36 millones de votos para convertirse en la primera mujer en ocupar este cargo. 
Igualmente, fue el año de las elecciones más grandes que se han vivido en la historia del país, con una asistencia de votantes que no alcanzó a ser del 60%. Fueron las elecciones más violentas también, con más víctimas y con más presencia del crimen organizado.
En este 2024, después de unas largas, polarizadas y desgastantes campañas políticas, el Congreso de la Unión fue tomado –literalmente– por Morena y sus aliados. El discurso que quizá mejor describe el sentimiento que domina el ánimo de quienes son mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado, es el del senador Gerardo Fernández Noroña, que agradeció ser un “plebeyo” que llegó a la Cámara Alta. 
Sí, se trata una revancha con múltiples interpretaciones parte de quienes militan en Morena y pragmáticamente están en el Partido Verde o en el Partido del Trabajo para ocupar un espacio en lo que llaman “la cuarta transformación”.
El año que concluye, gracias a esta mayoría de legisladores que vocifera y festeja y se burla de los opositores, también nos dejó ver cómo en menos de tres meses se hicieron más reformas a la Constitución que en los últimos 20 años, y la mayoría de éstas se fundamentaron en la aseveración de que se está transformado al país para apoyar a los más pobres, cuando paralelamente también se está acumulando el poder en manos de unos pocos. 
2024 también es el año en el que se fue de la presidencia Andrés Manuel López Obrador, aunque muchos de sus más cercanos colaboradores aún despachan en Palacio Nacional. Y el presidente que alcanzó el cargo en su tercera elección presidencial consecutiva le entregó la banda presidencial a Claudia Sheinbaum, pero en el partido Morena quedó su hijo Andrés Manuel López Beltrán, quien emprende ahora una cruzada para que 10 millones más de personas se conviertan en militantes para que éste sea “el partido político más grande del mundo”.
El año concluyó también con el sexenio que por tercera ocasión, rompió el récord de personas asesinadas en comparación con la gestión presidencial anterior: casi 200 mil homicidios en seis años, es decir 91 por día. 
Pero en otros temas, 2024 también fue el año en el que se vivieron las jornadas más calientes y las sequías más profundas en México… y los expertos indican que esta tendencia llegó para quedarse. 
Fue el año en el que Donald Trump ganó de nuevo la presidencia de Estados Unidos y amenaza con deportar a cientos de miles de mexicanos migrantes y aplicar aranceles como castigo por los migrantes que llegan a territorio norteamericano por suelo mexicano, y porque sigue el tráfico de drogas. Además de que aseguró que fomentará el combate al crimen organizado con personal militar estadounidense, pero en suelo mexicano. 
El que acaba fue un año lleno de retos, con un repunte inesperado de dengue y con discursos oficiales abundantes en promesas. 
Estamos a la espera del 2025.
Feliz Año a todos.

Año 2024… la despedida

Después de tanto haberse comentado y analizado, ¿qué resultado deja la visita de la presidenta Claudia Sheinbaum a Jalisco? 
Pueden obtenerse varias conclusiones.
La primera y más evidente es que se establece un sólido puente de comunicación entre las dos administraciones. Claro que puede haber nuevos distanciamientos y diferencias en el futuro, pero hay un gesto contundente que habla de la intención y voluntad de modificar lo que ha venido sucediendo: se evitó la presencia de grupos morenistas de simpatizantes y lo mismo ocurrió con los grupos de Movimiento Ciudadano.
Es decir: se respetó la visita presidencial para que se abordara desde una perspectiva oficial y constructiva. 
¿Se acuerdan de las muchas giras del ex presidente López Obrador a estados gobernados por la oposición en las que la gente reunida gritaba consignas contra el gobernador local? Ocurrió en Coahuila, Querétaro, Chihuahua y claro, también en Jalisco, durante la gestión de Enrique Alfaro Ramírez. 
Nunca fue gratuito. Siempre fueron huestes de simpatizantes morenistas organizados para que después, el ex presidente pudiera pedir respeto y tolerancia.
La presidenta Sheinbaum Pardo rompió con ese proceder. Y Pablo Lemus supo agradecerlo, porque apenas un día después de la visita oficial, el sábado 28 de diciembre, acudió a la visita oficial de la presidenta en Nayarit para acompañar su asistencia. No le dieron la oportunidad de tomar la voz y fue apenas un asistente en el presídium, pero el lenguaje simbólico indica mucho.
Los resultados han sido inmediatos: la presidenta Sheinbaum avala la iniciativa de Lemus Navarro para que se inicien los trabajos de la Línea 5 del transporte masivo, que fue parte de su oferta de campaña. Aceptó que se considere la inversión pública y privada. 
Además, la presidenta Sheinbaum se comprometió a la recuperación de varias carreteras federales que están totalmente deterioradas, un tema que se había convertido en demanda desde muchos meses atrás.
El gobernador de Jalisco declaró hace tiempo que no podían intervenir en la carretera a Chapala, en el tramo que conecta con el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, porque es de la competencia federal. También ahí se accedió por parte de la presidenta.
En síntesis, se avanzó mucho y en poco tiempo. 
La presidenta Claudia Sheinbaum lo dijo en Nayarit: “tenemos diferencias naturales, pero podemos avanzar”. 
El resultado de su visita a Jalisco es que se inició la construcción de una alianza. Y eso está perfecto, porque no se trata de política partidista, sino de dar resultados.

De la visita presidencial a los resultados

El gobernador del Estado de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, confirmó que este viernes recibirá en visita oficial a la presidenta del país, Claudia Sheinbaum Pardo. En sus propias palabras, esta visita no es sólo “para pedir dinero”, y significa el inicio de una relación productiva y respetuosa entre el gobierno del Estado y el gobierno de la república.
La presidenta estará primero, pasado el mediodía, en El Salto, Jalisco, para visitar una planta empresarial, la más grande de América Latina, en la que se diseñan y fabrican estructuras de acero. No pasa desapercibido que el punto de arribo de su visita es uno de los municipios metropolitanos donde la presidenta municipal, María Elena Farías, es de Morena.
Después, minutos antes de las 14:00 horas, Sheinbaum y secretarios de su gobierno asistirán con el gobernador Lemus Navarro y miembros de su gabinete, a un encuentro en oficinas de la Línea 4 del Tren Ligero, en Tlajomulco, para una reunión de dos horas que concluirá con un recorrido a bordo del Tren Ligero.
¿Qué se abordará en el encuentro? Lo adelantó el mismo Lemus, con este listado de temas: 
• El proyecto ejecutivo de la Línea 5 de transporte masivo, con un camión eléctrico. 
• El saneamiento del Río Santiago con la edificación de cuatro nuevas plantas de tratamiento en la ciudad. 
• La rehabilitación de carreteras federales. 
• La operación de los aeropuertos de Chalacatepec y Lagos de Moreno. 
• Los trabajos pendientes para la conclusión de la Línea 4.
“Se logra más a través del diálogo que a través de mil batallas”, indica el mandatario de Jalisco, que alguna vez, hace meses, anunció que tenía el propósito de convertirse en “el gobernador favorito de la presidencia”.
Y reiteró que su propósito es presentar los proyectos con la intención de que haya financiamiento público y privado para concretarlos. Para ello, espera la aprobación presidencial.
Además de que el encuentro entraña una evidente importancia política que puede allanar las diferencias que sí existen entre las dos visiones de gobierno, la estatal y la federal, también es claro que si es bien llevada, la conclusión será positiva y puede ser el primer eslabón de una larga cadena de entendimientos.

De Lemus a Sheinbaum: proyectos prioritarios

El Área Metropolitana de Guadalajara amaneció “cobijada” por una densa cortina de humo este 25 de diciembre, día de Navidad. Fue total contaminación.
Durante la temporada de frío, en nuestra ciudad se ha repetido cada año el fenómeno de la mala calidad del aire, sobre todo en la Zona Sur, por el rumbo de Las Pintas, Miravalle, Loma Dorada y Santa Fe. 
Al menos en las últimas semanas de 2024, la reacción de la autoridad para aplicar operativos ha sido muy tímida. Casi inexistente.
La actividad industrial y el tránsito vehicular han sido tan intensos como siempre, e incluso más. 
Al amanecer la Navidad de este 2024, en una ciudad silenciosa, casi dormida, la luz del Solo iluminó las colonias sumergidas en una espesa y densa capa de neblina blanca. Y no, no era neblina lluviosa, sino los residuos del humo contaminante de fogatas y pirotecnia que miles de jóvenes y adolescentes encendieron para celebra la Nochebuena. 
Sorprende que esto ocurra cuando llevamos años bajo la advertencia científica de que paulatinamente, ha empeorado la calidad del aire que respiramos en la ciudad. Con estudios médicos, científicos de la Universidad de Guadalajara apoyados por estudios que surgen de los Hospitales Civiles, comprobaron que van en aumento las muertes de personas por causas relacionadas con enfermedades crónicas y respiratorias.
Seamos claros: que el 25 de diciembre la ciudad amanezca contaminada en la mayor parte de su extensión, no va a dejar un tiradero de cadáveres por las calles. El escenario no es apocalíptico, pero sí es preocupante.
Los adultos mayores, las personas con enfermedades crónicas como el asma, los menores de edad de cinco años, sí son víctimas constantes de esta contaminación. Y no se puede tomar una única medida para prevenir y proteger. 
Se requiere, eso sí, de sanciones enérgicas por ejemplo a la producción de pirotecnia, que pueden ser apoyadas por los gobiernos municipales; se requiere de medidas para reducir el tránsito vehicular (por años se ha rechazado la medida del “hoy no circula” que aplica en Ciudad de México), y es urgente también, la colaboración de la gente. 
¿Por qué se festeja la Navidad con la quema de pirotecnia y fogatas? 
Se trata de un tema cultural y de conducta social.
Y eso se deben invertir recursos y mensajes que inhiban este comportamiento. Pueden colaborar la Secretaría de Educación en las escuelas; las dependencias públicas en todos sus ámbitos de trabajo; los actores públicos con cargos de mayor conocimiento popular; las campañas mediáticas de concientización. 
Lo que no debe seguir sucediendo es que dejemos llegar el temporal de frío y los días de fiesta para sólo comprobar en la mañana que, otra vez, la mayoría no hizo caso de las recomendaciones.

Contaminación y festejo

En jornadas como la de hoy es imperdonable no estar en sintonía con el ambiente generalizado de festejo y alegría. Es Navidad. 
Sin embargo, la realidad no conoce de pausas ni tampoco se ablanda, ni tiene momentos emocionales. En México y en Jalisco estamos padeciendo de una oleada de violencia e inseguridad que se manifiesta con hechos diferentes, algunos sumamente crueles, y que se contabilizan todos los días en estadísticas de detenciones, agresiones y muertes.
La violencia, por otra parte, no es un asunto que recién se haya hecho presente. Llevamos sexenios así. La cantidad de homicidios en el sexenio de Felipe Calderón espantó a la nación, pero luego aumentó durante la administración de Enrique Peña Nieto y creció todavía más, a pesar de las promesas y los discursos oficiales, durante el sexenio de la “cuarta transformación” de Andrés Manuel López Obrador. 
Actualmente, el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, con una reforma constitucional y el respaldo total al secretario de Seguridad Ciudadana, Omar García Harfuch, debe atender los picos de violencia que se presentan en Sinaloa, Guanajuato y Michoacán, Estado este último donde las víctimas han pasado a ser los integrantes del Ejército Mexicano.
También le corresponde dar respuesta a la descomposición de la estructura de seguridad que ha azotado a Guerrero, Chiapas y recientemente, al Estado de Tabasco.
Cada Estado, cada región del país, tiene explicaciones distintas. No se puede elaborar un diagnóstico de la crisis de manera simplista o con explicaciones generales.
Sin embargo, sí hay causas que se identifican en todas partes: Debilitamiento de policías locales; infiltración de la delincuencia organizada en los gobiernos locales y en todos los estratos sociales; incumplimiento de la legalidad; condiciones de relativa pobreza y principalmente, falta de impulso a la educación y la cultura. 
Las comunidades, grandes o pequeñas, sin nuevas generaciones educadas y culturizadas, son carnada fácil, casi gratuita, para la criminalidad organizada.
¿Qué es lo que pueden hacer los gobiernos federal, estatales y municipales? Cooperar estrechamente, sin remilgos por sus identidades políticas y partidistas; reconocer las desventajas y hacerse fuertes porque el crimen organizado penetra hasta el último rincón. Deben ser realistas.
La presidenta Sheinbaum, para empezar por el gobierno federal que encabeza, debe aplicar también medidas de diálogo y colaboración con las autoridades locales, en la certeza de que saben más y pueden lograr más, quienes son residentes de las zonas con problemas de violencia e inseguridad.
Y mientras tanto, pueden seguir los mensajes de buenos deseos, de anhelos de mejora en Navidad y pronto en Año Nuevo. 
Pero como decía el viejo refrán y viene “como anillo al dedo” en estas fechas: A Dios rogando y con el mazo dando.

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La presidenta de la república, Claudia Sheinbaum Pardo, ha invertido varios días en una disputa con un diario de reputación internacional: The New York Times. En el rotativo se publicó un reportaje en el que se asegura que integrantes de cárteles sinaloenses elaboran fentanilo e incluso hacen pruebas en animales y personas en situación de pobreza, para probar la eficiencia de la droga.
El trabajo periodístico tuvo impacto internacional y ofreció, otra vez, una imagen negativa de México en un momento particularmente álgido, pues en unos días llega Donald Trump a la presidencia y entre otras amenazas, ya anunció la aplicación de aranceles si no se detiene el tráfico de fentanilo a los Estados Unidos.
La realidad de la fabricación, trasiego y consumo de esta peligrosa droga es mucho más compleja de lo que parece y las amenazas de Trump son totalmente injustas.
Sin embargo, la presidenta mexicana optó por desacreditar al periódico neoyorquino. En su rueda de prensa mañanera aseguró que lo publicado no es creíble y como contestación, el periódico defendió la publicación y el rigor en la integración de la información. 
La polémica pudo haberse detenido ahí. Una diferencia de opiniones y listo. No será la primera ni la última vez que esto ocurra y en la memoria de los mexicanos están frescos todavía los constantes episodios en los que el expresidente Andrés Manuel López Obrador desacreditó, criticó y acusó de todo a periodistas y publicaciones mexicanos e internacionales. 
Sin embargo, la presidenta ha decidido mantener las diferentes y nuevamente las aborda. The New York Times le responde y la historia entró en un ciclo que no tiene fin.
La imagen de Claudia Sheinbaum se desgasta innecesariamente. En la batalla de la credibilidad, al menos internacionalmente, el periódico lleva las de ganar.
El asunto cayó en un espacio tan bizarro, que ahora lo que interesa es ver qué dirá la presidenta Sheinbaum y qué responderán después los directivos del medio, donde por cierto es accionista Carlos Slim, uno de los hombres de empresa más influyentes en el actual gobierno federal. Se perdió el foco de la atención inicial: la actividad de los delincuentes que fabrican las drogas y ponen en riesgo a la gente tanto en México como en Estados Unidos. 
Este tipo de “batallas” no le ayudan a la presidenta de México, y menos en vista de lo que viene con Donald Trump.

La disputa con The New York Times