Economía informal e informalidad laboral: un mal de muchos

Hoy hablaré de dos realidades importantes: la economía informal y la informalidad laboral. Son conceptos distintos, pero de alguna forma relacionados.

La economía informal siempre ha representado una válvula de escape a los problemas sociales, generalmente son autoempleados con microemprendimientos que buscan sobrevivir ante la falta de oportunidades en el mercado laboral formal porque no tienen los estudios necesarios ni las habilidades, porque no es un horario adecuado, porque es salario es muy bajo etc., por eso es interesante que, a pesar de los incrementos en el salario mínimo, el sector informal siga expandiéndose.
La economía informal se constituye por micronegocios que no están registrados ni regulados por el estado e incluye a los trabajadores por cuenta propia, vendedores ambulantes, microempresarios, autoempleados, trabajadores no remunerados, trabajadores domésticos que no reciben prestaciones y agricultores por cuenta propia.

Por su parte, la informalidad laboral es un concepto amplio que contempla a los ocupados en el sector informal más los empleados por empresas formales, pero éstas no reconocen completamente el vínculo laboral, es decir: no cuentan con contrato, prestaciones de ley adecuadas, o son reportados con un salario menor al que reciben y por lo tanto no cuentan con una adecuada protección legal
Habiendo aclarado los conceptos pasemos a los datos:

De acuerdo con el INEGI, en el 2023 (19/12/2024), de cada 100 pesos del PIB generado en México, las personas con un empleo formal aportaron 75 pesos, y las ocupadas en la informalidad aportaron 25 pesos. Así la Economía Informal, en 2023, participó con el 24.8% del PIB a precios constantes (sin inflación), lo que equivale a 6 billones 259 mil millones de pesos. De 2022 a 2023 el PIB generado en la economía informal pasó de 24.4% a 24.8% del PIB.
Es interesante destacar que el crecimiento de la economía informal ha sido constante desde su menor nivel durante el 2020, al pasar de 22.2% del PIB a un 24.8% en 2024.

Quien más aporta a la economía informal es el comercio al por menor con el 44.1% del total, seguido por la industria de la construcción con el 24.3% y, en tercer lugar, la industria manufacturera con el 12.4%
De acuerdo con la última Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en noviembre de 2024, la población en la informalidad laboral fue de 32.8 millones de personas, esto es el 54.6% del total de la población ocupada, y en el sector informal están 17.5 millones de personas, esto es el 29.2% de la población ocupada.

Las cifras son preocupantes en realidad, porque significa que uno de cada 2 trabajadores tiene condiciones precarias de trabajo y esta informalidad laboral no muestra mejoría significativa desde 2005 cuando la tasa era del 59.12% en el primer trimestre, al 54.65% del tercer trimestre de este 2024. En el sexenio de Andrés Manuel, la mejoría fue mínima al pasar del 56.73% en el primer trimestre del 2019, al 54.6% al tercer trimestre del 2024, en personas pasó de 30 millones 470 mil personas a 32 millones 524 mil personas respectivamente.

Por su parte la tasa de ocupación en el sector informal pasó de 28.03% al primer trimestre del 2005 al 28.11% al tercer trimestre del 2024, y en el sexenio de AMLO pasó del 27.76% al 28.11% ya comentado. Lo que en personas significa pasar de 14 millones 909 mil a 16 millones 731 mil en las mismas fechas.
Lo anterior pone en evidencia que la política laboral y de formalización no ha sido eficiente ni eficaz, y que hacen falta una estrategia bien definida, con proyectos congruentes, bien delineados, de largo plazo y métricas claras.