Ella es Lorien

Se vive un mar de historias detrás de cada atleta y eso nos hace reflexionar qué tan difícil es llegar a figurar en el deporte. Primero, los jóvenes lo ven como una distracción que conforme pasa el tiempo llega a convertirse en un estilo de vida. Tenemos historias que nos demuestran que está en nosotros marcar la diferencia.

Platicaba con los papás de una atleta de alto rendimiento. Ambos son apasionados del boxeo, una pasión que hoy vive su hija de 17 años; pero antes de llegar a esta disciplina lo hizo en el futbol y se dio cuenta de que no era lo que quería, y sus padres le aconsejaron que practicara un deporte que la hiciera sentir completa en todos los sentidos. Al final lo que ellos buscaban era que en su vida figurara el deporte sin importar cuál fuera.

Entonces su hija no dudó en decir, “quiero ser boxeadora”. Sabía que contaba con las cualidades, que podía lograr escribir su propia historia en un deporte que le apasionaba y que era una herencia de familia. El 2024 se convirtió en el primer reto para ella, y sin miedo al fracaso comenzó su preparación y se metió de lleno al deporte de alto rendimiento; los boxeadores siempre tienen un “año bueno y uno malo”.
“Año malo” es porque eres más pequeño que el resto, debido a que te acabas de incorporar en la categoría.

Ella estaba por afrontar el “año malo”, por subir al ring y demostrar que esa vocación era nata y que sin importar el resultado, buscaría que su nombre comience a figurar en el deporte de Jalisco; así fue que encaró sus primeros Juegos Nacionales Conade, en los que el Estado ha sido el más ganador en su historia. Esto no la detuvo ni le dio presión, al contrario, la motivó a sacar esa fortaleza que la caracteriza y a sus 16 años, se convirtió en medallista de oro vistiendo la camisa de la Selección de Jalisco. Pero ahí no paró su historia. Otro evento en el que estuvo presente fue el Festival Olímpico de Boxeo y nuevamente se coronó campeona, un resultado que a la postre la catapultó a la Selección Nacional.

Lorien subiría nuevamente al podio al consagrarse campeona en BOXAM, competencia celebrada en España. Lo increíble es que era su “año malo”, era el año de aprendizaje y demostró que tiene las cualidades para ser una gran boxeadora no solo amateur, porque busca ser profesional y que el nombre de Lorien Salas figure en la historia del boxeo femenino. Las bases las tiene. Sus padres la apoyan y son sus mayores críticos; está en ella seguir demostrando porqué es de las nuevas promesas que se tienen en el boxeo mexicano.

Esta historia apenas comienza y le faltan varios capítulos en los que se escribirá cada momento que marcará la vida de una pequeña que sueña con ser campeona olímpica y mundial.