El gobernador del Estado y varios de sus secretarios del gabinete, tuvieron una larga reunión con los representantes de los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas en Jalisco. Fue un encuentro productivo, definitivamente, y con resultados concretos.
Pablo Lemus Navarro está cumpliendo con el compromiso que hizo y subrayó antes de llegar al poder: atender un problema doloroso, de profundas raíces sociales y que evidencia la presencia del crimen organizado y la descomposición social. De hecho, Jalisco es el Estado con el mayor registro de desaparecidos en todo el país.
Años atrás, se manejó la versión de que la cifra en Jalisco es alta porque aquí sí se cuentan los desaparecidos. Pero eso no es un consuelo. ¿Hay más desaparecidos de los que se reconocen en otras entidades del país? Quizás sí, o quizás no. Pero ese es un problema distinto que no resuelve el nuestro.
Durante años también, se ha lamentado que las personas que sufren el drama de la desaparición de un ser querido, encima tienen que soportar la indiferencia de las autoridades, la revictimización sistemática y la falta de una atención mínima a sus propias investigaciones. El asunto llegó a descomponerse tanto, que ahora ya es común que los ciudadanos se organicen para hacer las búsquedas y son quienes encuentran y reportan fosas clandestinas.
El actual gobierno del Estado se comprometió a cambiar las cosas. Lo están haciendo y además, no se trata de acciones unilaterales en las que la autoridad le dice a los afectados qué se hará. También los están involucrando y les ceden decisiones tan importantes como elegir al titular del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses y determinar el mecanismo para elegir a un fiscal especializado en desaparecidos.
Los nuevos acuerdos más importantes y ya oficiales, son que los familiares de desaparecidos serán considerados ciudadanos en situación vulnerable, para recibir la atención correspondiente; se reunirán al menos una vez por mes con el gobernador del Estado para plantearle directamente su agenda y por último, habrá mayor presupuesto para el tema, que permite por ejemplo la existencia de una secretaría especializada en búsqueda de personas.
¿Esto resolverá el drama de los desaparecidos? Seguramente no. Tomará mucho más que un sexenio. Pero son avances reales.