Debe resignarse a no ser nunca más candidato, salvo un golpe de fuerza contra el límite constitucional de dos mandatos
Donald Trump asume el cargo este lunes como presidente de Estados Unidos, una vuelta al poder que estremece a los migrantes en situación irregular, amenazados con deportaciones masivas e inminentes. Como prometió a sus seguidores en un baño de masas el domingo, el magnate multiplicará las medidas para combatir la inmigración ilegal.
Decretará la emergencia nacional en la frontera de Estados Unidos con México, hará que los militares desempeñen un papel clave en la defensa de “las fronteras y la integridad territorial” y declarará terroristas a los carteles y al grupo criminal venezolano Tren de Aragua, informaron los funcionarios. También quiere acabar con el derecho de asilo y de ciudadanía por nacimiento.
Además eliminará los programas federales de diversidad y reconocerá solo dos sexos: “Masculino y femenino“, añadieron. Al mediodía, hora de Washington (17H00 GMT), Trump iniciará su segundo mandato. El acto no se realiza en las escalinatas exteriores del Capitolio, como marca la tradición, sino en el interior del edificio debido al frío ártico, como hizo Ronald Reagan en 1985.
Con una mano sobre una biblia heredada de su madre jurará “proteger la Constitución” bajo la cúpula del Capitolio, el mismo lugar donde el 6 de enero de 2021 sus partidarios habían intentado impedir que el Congreso certificara la victoria de Biden. El dispositivo de seguridad es excepcional después de dos intentos de asesinato contra él durante la campaña.
A sus 78 años, se convertirá también en el jefe de Estado estadounidense de más edad en ser investido. Tres de los hombres más ricos del mundo, los magnates tecnológicos Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos, asistirán a la investidura. También los expresidentes Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama.
Luego del discurso de investidura, el nuevo presidente acudirá al Capital One Arena de Washington, un pabellón donde sus partidarios empezaron a llegar de madrugada. “Jesús es mi salvador y Donald Trump es mi presidente. Y sólo ver cómo este hombre ha cambiado, no sólo el país, sino el mundo, es tan revelador“, declaró a la AFP una de sus simpatizantes, Rachel Peters, de 28 años.
Biden, que pone fin a medio siglo de vida política, ha orquestado una transición civilizada con un hombre que se la negó a él. Furioso por una derrota que nunca reconoció, Trump rechazó asistir a su investidura en 2020.
Donald Trump también comienza el lunes su salida de escena. Debe resignarse a no ser nunca más candidato, salvo un golpe de fuerza contra el límite constitucional de dos mandatos.
AFP