El gobierno federal parece que no entiende nada de nada. Llegó Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos de Norteamérica y ejecutó una serie de acciones ejecutivas como parte de sus promesas de campaña, entre las que se destaca declarar la guerra a los cárteles de la droga, considerándolos como organizaciones terroristas internacionales, lo que acarrea la posibilidad de llevar a cabo acciones militares fuera de su país, con la finalidad de acabar con dichas entidades delictivas y, ¿cuál es la respuesta de Claudia Sheinbaum como presidenta constitucional de nuestro país?
“Ellos pueden actuar en su territorio, su marco de actuación y de su constitución”; “nosotros lo que decimos es la defensa de nuestra soberanía y nuestra independencia. Por eso siempre dijimos nos coordinamos, pero somos un país libre, independiente y soberano”.
No señora Presidenta, no somos un país soberano como usted lo plantea, cuando Estados Unidos decide emprender acciones de esta naturaleza en contra de organizaciones criminales consideradas como terroristas, la soberanía del país llega hasta donde el combate a los grupos de la delincuencia organizada nos lo permiten, pero habiendo adoptado una postura de complicidad en el sexenio anterior, donde se arropó a los criminales y se les permitió que tomaran el control del país en su mayor parte, dando pie a la reelección de Donald Trump en Estados Unidos ante el desaseo en la impartición de justicia en nuestro país, generó precisamente esto, la posibilidad (que se veía remota), de que un país extranjero estuviera signando órdenes ejecutivas para combatir a los narcotraficantes, lo que ustedes como partido al frente del gobierno federal se han negado a hacer.
Entonces no señora Presidenta, la soberanía constitucional no nos alcanza para impedir el ingreso de Estados Unidos para desarticular a los grupos de la delincuencia organizada que sean declarados como terroristas. Si tan sólo ustedes hubieran hecho su trabajo y hubieran dejado de solapar delincuentes porque “también son pueblo”, si de igual manera hubieran dejado de andar exigiendo información por la entrega de narcotraficantes en Estados Unidos en vez de coordinarse para combatirlos, así como si hubieran promovido acciones de extradición contra ellos, al igual que hubieran combatido la producción de fentanilo y drogas sintéticas.
Pero no, el discurso oficial lo centran en defender la libertad y soberanía para que no ataquen a los narcos, mientras que la ciudadanía tiene al menos un sexenio abandonada por los actos de presumible complicidad entre el gobierno federal y la delincuencia organizada; por eso señora Presidenta, ¡no exija ahora que se respete nuestra soberanía!