Sor Simona Brambilla
Las cosas avanzan para las mujeres en El Vaticano. Lento, pero avanzan. En una institución liderada por hombres, el Papa Francisco nombró recientemente a sor Simona Brambilla como directora del Dicasterio para la Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, lo que significa que por primera vez una mujer dirigirá una de las instituciones religiosas de la Santa Sede, y no una cualquiera, es el organismo que vigila a las órdenes religiosas tanto de hombres como de mujeres. De esta manera el Sumo Pontífice reconoce la fuerza que representan las mujeres para la Iglesia Católica: cerca de 600 mil religiosas profesas en una institución donde muy pocas ocupan un puesto de liderazgo y eso que superan en un 47% al número de sacerdotes en todo el mundo. ¿Brecha de género?
La ex superiora italiana tiene formación en enfermería y se unió al Instituto de las Hermanas Misioneras de la Consolata, mismo que dirigió entre 2011 y 2023. Posteriormente fue nombrada como secretaria del dicasterio que ahora estará a su cargo, lo que cumple con lo estipulado en la Constitución Apostólica “Praedicate Evangelium” de 2022, en la que señalaba que en el futuro también los laicos y mujeres podrían dirigir un dicasterio, puesto reservado anteriormente sólo para cardenales y arzobispos.
Además de sor Simona, quien compartió su experiencia profesional en África para las misiones en Mozambique, el Papa Francisco ha confiado en otras mujeres para administrar áreas importantes: la historiadora de arte italiana Barbara Jatta fue nombrada directora de los Museos Vaticanos en 2016 y en 2022 sor Raffaella Petrini fue reconocida como secretaria general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, puesto regularmente asignado a un obispo.
Durante la gestión del Papa Francisco, la participación de las mujeres aumentó de un 19.2% en 2013 a un 23.4% en 2023, lo que muestra la voluntad del líder de la Iglesia Católica para abrir espacios a las mujeres pese a la resistencia de los sectores más conservadores. Las cosas avanzan, un paso a la vez.
