En sus marcas, listos… ¡Fuera!

El segundo periodo legislativo en la Cámara de Diputados arranca con una agenda ambiciosa y repleta de retos que pondrán a prueba la capacidad de consenso y altura de miras de las y los legisladores que integramos esta LXVI Legislatura.

Este capítulo estará marcado por la necesidad de dar sustento a las reformas constitucionales aprobadas en el periodo anterior y, al mismo tiempo, responder a las amenazas externas, como las recientes declaraciones de Donald Trump.

Frente a este escenario, el grupo mayoritario, encabezado por el diputado Ricardo Monreal, ha hecho un llamado a la unidad nacional para proteger nuestra soberanía y mitigar posibles repercusiones económicas derivadas de las políticas estadounidenses. La tarea no es menor: más de 73 leyes reglamentarias esperan ser discutidas, entre ellas 12 modificaciones cruciales en materia energética. Estas reformas buscan fortalecer el control del Estado sobre los recursos energéticos, una medida que podría desincentivar la inversión público-privada.

Desde Movimiento Ciudadano levantamos la voz para recordar que la prosperidad de México depende de todos. Respaldamos el llamado a la unidad, pero exigimos una visión de futuro que fomente un ecosistema energético competitivo, sustentado en energías limpias y reglas claras para la participación de la iniciativa privada. El próximo 1 de febrero, el pleno se enfrentará a una de las discusiones más sensibles: las reformas a la Ley del INFONAVIT y la Ley Federal del Trabajo.

No podemos ignorar las implicaciones de estas modificaciones, que ponen en riesgo los ahorros de más de 50 millones de derechohabientes, propietarios de 2.4 billones de pesos. Estos recursos, fruto de una vida de esfuerzo, representan la esperanza de millones de mexicanos por hacerse de un hogar digno. Desde aquí, hacemos un firme llamado a proteger estos derechos y evitar decisiones que vulneren el patrimonio de los trabajadores.

Por otra parte, la presidenta Claudia Sheinbaum ha adelantado iniciativas para combatir el nepotismo y prohibir la reelección, buscando fortalecer la transparencia y credibilidad en los procesos electorales. Estas reformas, aunque necesarias, exigen predicar con el ejemplo desde todas las trincheras políticas.

Otro tema prioritario será la discusión de la nueva Ley de Obra Pública, cuyo objetivo es incrementar la eficiencia del ejercicio gubernamental y garantizar la transparencia en el uso de recursos públicos, cuestión en la que pondremos especial atención ahora que se ha desmantelado al Instituto Nacional de Acceso a la Información. Además, en materia de telecomunicaciones, se prevé una expansión de infraestructura digital para garantizar el acceso universal a internet, fomentando la competencia en el sector para mejorar los servicios y abaratar costos.

Aunque muchas de estas propuestas parecen buscar el bienestar de las y los mexicanos, debemos estar atentos a los detalles. Recordemos que órganos autónomos como la Comisión Reguladora de Energía, el INAI, la COFECE y el Instituto Federal de Telecomunicaciones han sido desmantelados o debilitados, dejando un vacío en la operación de estas políticas. ¿Será esta nueva estructura funcional o solo un cambio cosmético que mantiene las cosas igual?
No caigamos en un gatopardismo, cambiar todo para que todo siga igual. Este periodo nos pondrá aprueba como legisladores; deberemos prestar atención a cada detalle de las propuestas en la mesa y entender cómo impactan en el día a día de las y los mexicanos.

Con una agenda cargada de temas complejos, como las reformas energéticas y los derechos laborales, será necesario ir más allá de las posturas partidistas y buscar soluciones que realmente funcionen para el país. La comunicación será clave, no solo para explicar lo que se está decidiendo, sino para conectar con quienes se verán afectados por estas medidas. Y, por supuesto, la negociación será el arte que permita construir acuerdos entre diferentes posturas.
En pocas palabras, este periodo demandará lo mejor del Congreso: atención, comunicación clara y la disposición de trabajar juntos por el futuro de México.