Va un aplauso para todos los propietarios de vehículos en Jalisco por haber quitado los portaplacas de sus autos. Un aplauso sincero porque la mayoría de los vehículos que encuentro en la calle cumplieron con la medida solicitada por el gobierno estatal (bajo amenaza de multa, claro, pero sólo así funcionan las cosas). No exagero si digo que de cada veinte vehículos que veo en la calle, sólo el de algún despistado mantiene el borde de plástico tan habitual hasta diciembre pasado.
Aplausos, pues.
Ahora mantendré las palmas extendidas para aplaudir cuando las autoridades den a conocer que el número de autos robados que fueron recuperados creció de manera importante. Porque de eso se trata el tema de los portaplacas. Que no exista ningún elemento de la placa vehicular oculto por la moldura ahora ilegal.
Es probable que no disminuya el número de robos de autos, pero una vez que en el C5 estén listos para detectar con videocámaras las placas de los autos en las calles y carreteras de la entidad, entonces podremos esperar que un auto robado sea detectado en cuestión de horas tras el reporte ante la Fiscalía.
Hace casi ocho años quien esto escribe acudió a una visita a las instalaciones del C5 (es decir, el centro de seguridad estatal), y allí nos presumieron que la tecnología de entonces (Aristóteles Sandoval aún era gobernador) podía encontrar un auto sin problemas gracias a sus cámaras.
Hoy esa tecnología será mejorada y crecerá en número de dispositivos. Esa es la oferta que nos hacen y no hay por qué dudar. Entonces será cuestión de semanas, o meses, para que la autoridad pueda identificar en las calles y carreteras no sólo carros robados, sino también a los involucrados en otros delitos. Y cuando las cifras mejoren, seguramente no seré el único en aplaudir los resultados.
Mientras, me armaré de paciencia.