Jonás

En medio de la tremenda confusión mediática que se provocó en todo el país desde que iniciaron los operativos de expulsión de migrantes desde los Estados Unidos, ha recibido menos atención de la que merece, el esfuerzo solidario de las autoridades y los particulares en Jalisco para apoyar a los migrantes.
Una observación del secretario general de Gobierno, Salvador Zamora, da cuenta del tamaño del respaldo: Jalisco está listo para recibir a 15 mil migrantes expulsados de los Estados Unidos y ofrecerles no asilo y comida, sino residencia y un puesto de trabajo. De ese tamaño.
Si se contrasta la amenaza lanzada por Donald Trump, quien prometió expulsar a TODOS los migrantes sin documentos de su país, cifra que rebasa por mucho los 10 millones de personas, entonces 15 mil espacios para que se reinicie un nuevo proyecto de vida parecen una minucia. 
Pero las cosas deben sopesarse por su tamaño y peso.
Jamás van a expulsar a millones de personas de los Estados Unidos porque sean migrantes indocumentados. La razón es simple: si esos más de 10 millones de seres humanos están ahí, trabajando, pagando impuestos y generando riqueza, es porque el sistema norteamericano los necesita.
Otro asunto muy diferente es que el presidente, los congresistas, gobernadores y políticos norteamericanos sean hipócritas e incongruentes, y no concreten las reformas necesarias para regularizar a esa “nación oculta” que vive entre ellos. Porque no se atreven a admitir política y públicamente que hay millones de personas de múltiples orígenes que cumplen con las labores y trabajos que sostienen el entramado de ese país en términos económicos y sociales. Mantienen el estatus de los “ciudadanos completos” en contraste con los “ilegales”. 
Sin embargo, sí habrá expulsiones, y probablemente sean numerosas. 
El gobierno federal anunció que a todos los deportados les facilitarán una tarjeta del programa Bienestar con dos mil pesos para que regresen a sus lugares de origen.
En Jalisco, en cambio, no sólo se les puede recibir y dar atención médica y legal; también se les ofrece albergue y alimentación, y al mismo tiempo oportunidades de integrarse laboralmente para valerse por sí mismos y decidir, voluntariamente, si quieren quedarse y comenzar otro proyecto de vida.
Y la oferta no es sólo para jaliscienses, sino para mexicanos de otros estados o para extranjeros. 
Sólo tendrían que hacer los trámites oficiales correspondientes porque aquí, serían tratados como iguales, no como los “ilegales”. 
Esa es la gran diferencia. 
Esta solidaridad jalisciense es coordinada por las autoridades, pero es mérito de todos los ciudadanos.

Solidaridad de Jalisco con los migrantes

El todopoderoso coordinador de los diputados de Morena en la Cámara Baja (y también de los diputados del Verde y el Partido del Trabajo), Ricardo Monreal Ávila, viene a Jalisco para informar de la agenda de trabajo de los diputados morenistas en el siguiente período legislativo. Realmente ya no hay mucho por hacer, porque en escasos dos meses le hicieron más reformas a la Constitución Mexicana que en muchos años de discusión y negociaciones.
Sin embargo, la visita de Monreal tiene también otras finalidades que le permitirán mantener el control –al menos es lo que él desea– en la Cámara de Diputados, después de las diferencias que se conocieron con el mandamás del Senado, Adán Augusto López Hernández.
De entrada, Monreal ha sido invitado para ofrecer un discurso sobre el calendario de trabajo, en las instalaciones de la Cámara de Comercio de Guadalajara (Canaco), y la información que proporcionará habrá sido consensuada con los diputados federales morenistas de Jalisco, Nayarit y Colima.
Pero además, según se ha dado a conocer, también procurará que se renueve la coordinación de la fracción de diputados jaliscienses, que actualmente está en manos del diputado federal Favio Castellanos, nombramiento que siempre “pelearon” otros dos diputados: Alberto Maldonado Chavarín y Merilyn Gómez Pozos…ambos muy bien relacionados con el propio Ricardo Monreal. 
Todo indica que la coordinación de Favio Castellanos, que ha sido permanentemente cuestionada por su fidelidad al grupo político de Marcelo Ebrard y por su reciente pacto político con el senador Carlos Lomelí, llegará a su fin rápidamente.
La diputada Gómez Pozos, quien además es presidenta de la Comisión de Presupuesto en la Cámara de Diputados, es quien se alza con las mayores posibilidades de ser nueva coordinadora de la fracción, además de que cuenta con el visto bueno de la dirigente nacional del partido, Luisa María Alcalde Luján.
Con esta serie de visitas en las diferentes regiones del país, Ricardo Monreal teje acuerdos y pactos para mantener el control político de Morena en la Cámara de Diputados. Es un tema de gran envergadura, dado que Monreal se convierte así en interlocutor obligado para la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, además de que sigue siendo un alfil del expresidente Andrés Manuel López Obrador. 
El interés reside en cuánta influencia puede construir Monreal en Morena Jalisco, para el proceso electoral de 2027 y en oposición a la influencia que a nivel estatal pretende el senador Carlos Lomelí.

Ricardo Monreal en Jalisco

Lo que fue primero un temor basado en declaraciones y amenazas ya es una realidad: están expulsando a migrantes en los Estados Unidos. Jalisco empezará a recibirlos este lunes. 
El secretario general de Gobierno, Salvador Zamora, encabeza los esfuerzos oficiales y el operativo para atender esta contingencia. Le brindarán apoyo a los migrantes, sin importar si no son jaliscienses o si no son mexicanos.
A los aviones que lleguen al aeropuerto internacional de Guadalajara con las personas expulsadas de los Estados Unidos, los recibirán funcionarios del Instituto Nacional de Migración, del gobierno estatal, personal del DIF Jalisco, médicos, psicólogos y asesores legales. 
El objetivo es garantizarles primero, la seguridad en su llegada, un análisis para conocer su estado de salud, la calidez de un plato de comida, la asesoría legal en su situación personal y finalmente, la orientación y apoyo para enfrentar un momento como ese, que para algunos puede ser una experiencia dura, pero pasajera, y para otros un drama profundo.
¿Cuántos vuelos recibirá Jalisco? ¿Cuántos migrantes serán atendidos? No hay certeza, ni siquiera una aproximación. Cómo pueden ser miles de personas, también pueden ser unas pocas. 
En el DIF Jalisco se comentó la semana pasada que podrían recibirse de cinco a 10 vuelos por día, pero la realidad es que no hay ninguna programación, solo la certeza de que Jalisco es uno de los cinco estados del país que se informó al gobierno estadounidense, serán receptores de este operativo contra la migración.
El asunto entraña gravedad en la medida en que sea duradero. ¿Hasta dónde insistirá el gobierno de Trump en buscar migrantes indocumentados y seguirá con operativos en iglesia, escuelas y hospitales? 
¿De qué tamaño será la oposición de gobernadores, fiscales y autoridades estatales que ya se oponen a las políticas trumpistas? Sólo lo sabremos con el paso de los días.
Mientras tanto, en Jalisco tomó la iniciativa el gobierno estatal, pero lo respaldan los gobiernos municipales, la iniciativa privada y las organizaciones que siempre, las causas humanitarias. 
Cómo se dijo ya, ante este problema, los migrantes serán recibidos en Jalisco con los brazos abiertos.

Llegan los expulsados a Jalisco

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, participó a distancia en el Foro de Davos, el principal encuentro de la élite mundial del capital, con los jefes de Estado y representantes de los gobiernos de todo el mundo. En su mensaje, el que quizá sea el hombre más poderoso del planeta comentó que la relación con México va bien, y en cambio, la relación con Canadá es muy difícil.
Demos por hecho que al pronunciar esta frase, aunque quizá involuntariamente, Donald Trump le regresó la tranquilidad a muchos personajes que entraron en desasosiego máximo desde el pasado 20 de enero, cuando inició su segundo mandato presidencial. 
En cuando menos una ironía que mientras la nueva administración trumpista pone en crisis a millones de personas que directa o indirectamente se benefician de la migración a los Estados Unidos (incluidos millones de estadounidenses), al mismo tiempo el presidente alimente ilusiones de quienes se conforman con algunas frases y una visión superficial de la realidad. 
Vayamos por partes.
Primero, si Donald Trump declara ante los dueños del capital que la relación con México “va bien”, es porque no ha recibido directamente ningún rechazo por parte de las autoridades mexicanas a sus ofensas y pretensiones. Y además, no sabemos si en secreto, ya se aceptaron pretensiones no declaradas, después de haber advertido que a partir del 1 de febrero aplicará 25% de aranceles a todos los productos mexicanos.
La declaración de Trump en Davos tiene que ver estrictamente con temas de carácter económico. Sin embargo, es indispensable tener presente un panorama más amplio e incluir en la ecuación el elemento migratorio. Porque si la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, asegura que no se aceptará para México la condición de “tercer país seguro”, lo cual implica que todos los migrantes se queden en nuestro territorio, las condiciones reales –según los analistas especializados– es que en la práctica sí nos estamos convirtiendo en ese tercer país seguro.
No hay ningún cálculo real sobre cuántas personas serán expulsadas de Estados Unidos. Los economistas norteamericanos indican que mantener esa política provocará un alza en la inflación de Estados Unidos y estragos económicos, por lo que razonablemente debería buscarse otra solución al problema de la migración ilegal. Sin embargo, en el terreno político el presidente Trump está obligado a cumplir el compromiso de expulsar migrantes… o simular hacerlo con todos. Y para reforzar la imagen publicitaria, ya se envían tropas militares a la frontera con México, se lanzan operativos de búsqueda de migrantes que van a iglesias, hospitales y escuelas, y se instala nuevamente un discurso polarizante en toda la nación.
Pase lo que pase, el impacto económico se padecerá en México. La manera de aplacar el encontronazo es cediendo. Y Donald Trump tiene, primero, todo el tiempo disponible, y además, el control de la presión. Oponerse a su gestión dejaría más daños que ceder a sus pretensiones. 
Por eso, siendo realistas, es que Trump habla de que la relación “va bien”. 
Se viven tiempos en los que se requiere adaptarse y seguir.

La relación con México va bien: Trump

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El presidente municipal de Jocotepec, Hugo David García Vargas, se arrojó al ojo del huracán porque autorizó y permitió que por un proyecto de oscuros antecedentes, se contamine el Lago de Chapala.
Desde noviembre del año pasado, según reconocen él y el delegado de San Juan Cosalá, Rodrigo Serrano Zamora, han estado arrojando en la orilla de la Laguna de Chapala, y muchas veces incluso dentro del agua, toneladas de escombro. También hay basura, aunque no lo aceptan, pero basta con estar ahí para darse cuenta que están tirando de todo.
¿Por qué hacen eso si es un delito y en el Código Penal Federal está penado con hasta 10 años de prisión (artículo 420 BIS)?
Por dos razones: ambición e ignorancia.
La ambición la explica el delegado de San Juan Cosalá, Rodrigo Serrano. Él mismo confesó en un video que subió a sus redes sociales y después lo corroboró el alcalde García Vargas al deslindarse, que los escombros son llevados hasta ahí por trabajadores que el delegado contrata, ¡y con el uso de vehículos que son de propiedad! En otras palabras, está realizando una obra pública por su propia cuenta, sin concursar ni consultar… ¿cuánto le estará cobrando al gobierno municipal? Entre ellos queda.
La ignorancia la expone el presidente García Vargas.
Primero se sorprendió porque la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente llegó a clausurar el predio donde se están arrojando los escombros para “emparejar” el suelo y poder construir ahí una ampliación del malecón de San Juan Cosalá.
En el mismo salón del pleno del Ayuntamiento convocó a una rueda de prensa para asegurar que “alguien” está contra él políticamente. También afirma que ya sabe quiénes son los vecinos que se quejan de la obra. Pero también se justifica: él sólo es el “heredero” de una obra que empezó desde hace 10 años, porque la ampliación del malecón sería una tercera etapa.
Claro. Nadie le dijo que debe presentar un estudio de impacto ambiental y que una obra civil nunca tendrá permiso de dañar la laguna con escombros o basura. Pero que él no lo sepa, no quiere decir que está perdonado por cometer delitos que caen en el área de su influencia como presidente municipal, aunque sea un recién llegado al cargo.
Es más, hasta se sorprende que el tema se esté ventilando en medios de comunicación, porque él ya fue regidor y supo de cosas más graves.
El presidente municipal, que encima de todo quiere hacer responsable al delegado Serrano Zamora porque es él quien tiene el negocio, ahora se echa para atrás. Afirma que puede ordenar que la obra se detenga y las cosas queden como estaban, pero que “no me carguen todo el muertito”, porque la construcción del malecón inició en administraciones pasadas.
Lamentablemente, ante estos episodios de ambición y de ignorancia, el año es para el Lago de Chapala, que está protegido como área natural y que además es un Sitio Ramsar desde el año 2009, una categoría internacional que le da protección aceptada y asumida por el gobierno de la república.
Pero no se habían enterado.

Contaminación en Chapala: entre el interés y la ignorancia

Apenas Donald Trump había jurado como presidente de los Estados Unidos este 20 de noviembre, fue cancelada la aplicación “CBP One”, de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Durante la gestión del expresidente Joe Biden, con esta aplicación en sus propios teléfonos celulares, los migrantes de cualquier origen esperaban en territorio estadounidense a que se analizara su solicitud de asilarse en Estados Unidos.
En diferentes espacios de espera, migrantes latinoamericanos y asiáticos lloraban en silencio. Sus solicitudes quedaron canceladas y lo que viene es seguramente la expulsión. La mayoría de ellos no tienen recursos económicos ni asesoría legal para buscar otras vías de asilo. 
El escenario de la migración tiende a descomponerse rápidamente, y apenas han pasado dos días desde que Trump es presidente. 
Este 21 de enero, migrantes –seguramente mexicanos– saltaban a la brava el muro fronterizo y el alambrado en la frontera de Nogales, Sonora. Después corrían y se perdían entre los matorrales. Es la desesperación y las malas nuevas.
Es cierto que durante las administraciones de expresidentes demócratas han sido deportados desde Estados Unidos más migrantes irregulares que durante las gestiones republicanas. Sí, pero también es verdad que durante los gobiernos demócratas las actitudes no son discriminatorias. Seguramente fingen respetar los derechos humanos, pero al menos su lenguaje no es de desprecio ni de condena. 
Mientras todo eso ocurre, en México se anunciaron programas de apoyo para ciudadanos mexicanos que sean expulsados de Estados Unidos. Para los más críticos se trata apenas de asistencialismo, porque una tarjeta con mil o dos mil pesos no hará ninguna diferencia. Un albergue y un plato con comida caliente no resolverá la situación.
La reducción en las remesas, como seguramente sucederá, alcanzará a las familias mexicanas, sobre todo en los sectores rurales del país, que dependen literalmente de esos recursos.
Son las dos caras de la moneda: la lucha por mantener el mercado de América del Norte que tanto le ha dado a México y que realmente, le conviene a un gran sector económico de los Estados Unidos, y la otra cara, la de los millones de mexicanos que se fueron porque en sus lugares de origen no hay oportunidades ni futuro. 
Es una realidad que duele. Y esto apenas comienza.

Migración a EU… el escenario se descompone

Finalmente, ya no es futuro sino presente. Donald Trump es el presidente de los Estados Unidos y desde ayer –no es una expresión exagerada– nos tiene a todos “con el Jesús en la boca”. Este 20 de enero, después que juró nuevamente como presidente, la expectación se sentía en el aire: ¿Cuántas y cuáles órdenes ejecutivas firmará? Las versiones empezaron, para no variar, a confundir… será hasta el martes, será por la noche.
Mientras tanto en México, la presidenta Claudia Sheinbaum convocó a los integrantes de su gabinete en Palacio Nacional. Aparentemente, el tema de la reunión se centró en la atención que se brindará a los migrantes que sean expulsados. Ya se admite que habrá expulsiones de migrantes y se dejó atrás el discurso de “esperar” a conocer las órdenes presidenciales de Trump. De hecho, el presidente norteamericano anunció que enviaría militares a la frontera con México para cerrar el cruce de migrantes. 
La presidenta Sheinbaum, en tanto, utilizó sus redes sociales para felicitar a Donald Trump y reiterar los conceptos que ha repetido como un mantra durante semanas: vecindad, socios comerciales, respeto y colaboración.
En el primer día después de Donald Trump, la realidad se mantiene: hay incertidumbre sobre la intensidad del impacto que sus determinaciones provocarán en la frontera con México, en el trato a los migrantes mexicanos y en la economía nacional. 
Otra amenaza pesa también sobre el ánimo gubernamental: se declarará terroristas a las organizaciones criminales que actúan en México, para así justificar la intervención de fuerzas norteamericanas en ataques a estos grupos delincuenciales.
De inicio, con la llegada de Trump al poder, el peso mexicano perdió terreno ante el dólar. Es sólo un indicador del comportamiento de la economía, pero después de años de haber presumido la fortaleza de nuestra moneda, en el ánimo público y en la confianza de los inversionistas y del sector privado, pesa mucho el desliz de la moneda. 
Apenas ayer, en este espacio, se valoró el posicionamiento del mensaje de Claudia Sheinbaum, que insiste en confiar, en no alarmarse anticipadamente.
Ya no hay nada por anticipar. 
En lugares como Tijuana, la ciudad fronteriza por excelencia, se declararon en alerta. 
Ya se puede anticipar que la revisión del T-MEC será un examen exhaustivo para México. 
La presión sobre el combate a la delincuencia nos llevará a otros niveles en la materia. 
Empieza la tormenta.

El primer día después de Donald Trump

Como es sabido de todos y porque pocas veces un acto político es tan conocido a nivel mundial, este lunes rinde protesta como presidente de los Estados Unidos, por segunda vez, Donald Trump. Su llegada, como se aseveró en este espacio en días pasados, es una auténtica tormenta para el país, de proporciones y consecuencias desconocidas, pero nos pole en alerta y en alarma.
La frase que titula esta edición de “Al buen entendedor” es de la autoría de la presidenta del país, Claudia Sheinbaum Pardo. Apenas ayer domingo, en su última aparición pública en Puebla, reiteró que su gobierno apoyará a los migrantes mexicanos que viven en territorio estadounidense, pero también a quienes deban regresar contra su voluntad.
Un dato fundamental reiteró la presidenta: “En 2024, las y los migrantes mexicanos en Estados Unidos enviaron 65 mil millones de dólares a sus familias en México, lo que representa el 20 por ciento de sus ingresos, mientras que el 80 por ciento se quedó en territorio estadounidense”. La pretensión presidencial es subrayar que los migrantes pagan impuestos y son ciudadanos que colaboran no sólo con sus familiares beneficiados en México, sino que también son un sector productivo en Estados Unidos.
Aunque suena lógico y normal que esto debería ser considerado por un nuevo gobierno que no quiere a los migrantes y que los repudia, Claudia Sheinbaum justifica así la actuación de los mexicanos que migraron al país del Norte.
Pero además, quizá con el afán de reducir los temores, la presidenta recordó que en el primer período de Donald Trump como presidente, se logró mantener diálogo y entendimiento entre los dos gobiernos. Por eso, confió en que ese escenario podrá volver a construirse.
Sheinbaum Pardo insistió en que nuestro país no es colonia, no es protectorado. 
Es un mensaje que infunde ánimo ante un escenario que es adverso, y así lo ven los especialistas en ambos lados de la frontera.
Donald Trump, hay que saberlo, no va a regalarle nada a los mexicanos, ya sea que estén en territorio mexicano o en suelo norteamericano. No tendrá ninguna consideración con el gobierno de nuestro país, aunque se refiera a la presidenta Sheinbaum con expresiones corteses. 
Todos los programas de apoyo que se puedan aplicar en México, pueden sí, aliviar las consecuencias negativas que vivirán millones de mexicanos, pero si algo debe rescatarse de las acciones, las actitudes y el mensaje presidencial, es la presencia de ánimo y el rescate de la identidad.
Sí, vienen tiempos que pueden ser muy difíciles o menos, pero requerirán de solidaridad, información y apoyo. En esta ocasión, porque ya estamos avisados, no pueden tener más peso las visiones políticas de grupos, que el interés nacional.

México no es colonia de nadie

Juan Pablo Colín

Riesgo en el Infonavit y el uso de tus ahorros

Mirza Flores

Movimiento Ciudadano y el Jalisco que queremos

Mi pecho no es bodega

José Manuel Romo Parra

Una ciudad al 100

Gabriela Aguilar

Deportaciones

Donald Trump anunció que a partir del 1 de febrero se aplicarían aranceles a todos los productos que se exportan desde México a Estados Unidos, en represalia porque el gobierno de Claudia Sheinbaum no detiene la migración irregular al país del Norte, y porque no se persigue y castiga la fabricación y envío de drogas sintéticas a territorio estadounidense, principalmente fentanilo.
Pero algo sucedió o está sucediendo que no nos enteramos los mexicanos, porque este jueves desde temprano, la presidenta Sheinbaum descartó por completo que se vayan a aplicar los famosos aranceles, y como para “amarrar” más su certeza, aseguró que si se llegara a dar ese caso, ya se tiene una estrategia para evitar daños en la economía.
La secundó el secretario de Economía del gobierno federal, Marcelo Ebrard Casaubón, quien también descartó el riesgo que tanto se ha mencionado y temido, y afirmó que el sábado 1 de febrero será un día normal, sin sobresaltos ni malas noticias. 
Adicionalmente, quien será secretario de Comercio del gobierno de Trump, Howard Lutnick, anunció que tanto México como Canadá, pueden evitar que se les apliquen aranceles “si actúan rápido” para detener el fentanilo y la migración. También dijo que si se aplican los aranceles en el caso mexicano, éstos todavía se revisarían –no serían generales– y se aprobarían en abril próximo.
¿Qué ocurrió entonces? ¿Sólo fue una amenaza más de Donald Trump para generar nerviosismo y someter a su voluntad al gobierno mexicano? ¿O hay negociaciones de las que no nos enteramos?
Varios analistas apuestan por esta segunda opción: el gobierno de Trump ya puso condiciones y éstas fueron aceptadas por el gobierno de Sheinbaum, y si la negociación se hace en privado, es para mantener el margen de discurso que pueden manejar los dos presidentes, dirigiéndose a sus respectivas tribunas y públicos.
La presidenta de México ha dicho en su rueda de prensa mañanera que México no aceptará ser “tercer país seguro” para que se queden aquí los migrantes que pretenden solicitar asilo o ingresar a Estados Unidos. A pesar de esa declaración, lo que sigue es un reforzamiento de seguridad en la frontera Sur, con Guatemala.
En términos de seguridad, el gobierno mexicano anuncia constantemente el desmantelamiento de laboratorios clandestinos, la confiscación de armas y drogas, y la detención de más “generadores de violencia”. Este mensaje, se espera, debe ser tomado en cuenta por las autoridades estadounidenses para que se considere que sí hay un combate organizado y eficiente contra los cárteles, ahora considerados terroristas por decreto de Trump. 
¿Será suficiente con lo que se ha hecho para librar los aranceles? Pronto lo sabremos.

¿Aplicarán o no, aranceles a México?