José Manuel Romo Parra

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Hay muros que dividen más y lesionan más a la humanidad que aquellos que se construyen con ladrillos. En 1989 el mundo celebraba la caída del muro de Berlín, un hecho histórico lleno de simbolismos que alimentó de esperanza y fe al ser humano.
Desde hace unos días el mundo habla de otro muro, la amenaza convertida en decreto firmada en su primer día de gobierno por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para frenar la migración haciendo uso de recursos y personal del Pentágono para reforzar la frontera, además de expulsar de su país a quienes se encuentren de manera ilegal.
Los decretos firmados en el primer día de su segundo mandato no consecutivo, van más allá de un muro físico, sino que tienen una serie de implicaciones no solo para las familias afectadas, sino para los países de origen de quienes sean deportados.
Recordemos la teoría humanista de Kant que habla del valor de la dignidad y la libertad, dos conceptos que no deberían regatearse y mucho menos en el que se dice el país más libre del mundo.
Construir un muro para defender la soberanía de un país es entendible, pero atentar contra la dignidad de las personas negándoles el asilo a refugiados, criminalizándolos por el origen y por su situación legal.
Y la lista no termina ahí, porque no solo se trata de decretos presidenciales contra la migración, sino también contra la diversidad, el
“home office” de los empleados federales, el derecho a un medio ambiente sano e incluso hasta en contra de la propia Constitución de los Estados Unidos de América.
Si bien no todo debe ser tan malo como parece, y la retórica de Donald Trump en ocasiones va más allá que sus propias acciones, ha puesto un el clima de opinión un tema y reflexiones que todas y todos nos hacemos porque tienen implicaciones y orígenes históricos que nadie ha podido o ha querido resolver.
La migración es un problema real y lo deseable es que las condiciones de todos los países fueran las óptimas para que la gente se quede en su lugar de origen, donde sus derechos civiles se respeten y encuentre oportunidades para su desarrollo económico, profesional, personal y familiar.
El sueño americano se ha ido desvaneciendo y muchas familias han encontrado la forma de subsistir y superarse en su tierra a través de una mejor educación o del emprendimiento.
Lo que no es humano, es que el sueño americano se convierta en una pesadilla por la amenaza de un presidente que discrimina, criminaliza y trata a las personas sin una pizca de humanidad.
El reto hoy para Jalisco, para México y el mundo entero, es trabajar desde lo local para evitar esos muros contra el humanismo, no solo preparando albergues para los deportados, sino para seguir dotando de oportunidades a las y los ciudadanos para que, así como los tapatíos nos sentimos orgullosos de nuestra tierra, sea también el mejor lugar no solo para vivir, sino para hacer realidad nuestros sueños.

Manuel Romo Parra

Muros contra el humanismo

Las mejores decisiones de un gobierno, son las que se toman de la mano de las y los ciudadanos y aunque suene a cliché, esta ha sido no solo una idea vaga o una falsa promesa, sino que desde hace 15 años se convirtió en una forma de gobernar.
El Gobierno de Guadalajara aprobó el pasado viernes 10 de enero 2025, por unanimidad, las directrices del presupuesto participativo de este año, para que las y los ciudadanos de cada zona en la que se divide el municipio, elijan las obras en las que se invertirá el recurso municipal.
El presupuesto participativo es un ejercicio democrático que comenzó a aplicar en Tlajomulco el entonces presidente municipal, Enrique Alfaro Ramírez, y que se convirtió en un programa permanente de los buenos gobiernos ciudadanos e incluso por ley.
En la Ley del Sistema de Participación Ciudadana y Popular para la Gobernanza del Estado de Jalisco está establecido que el presupuesto participativo tiene, entre otros, el objetivo de generar un proceso de democracia directa, además de establecer un vínculo corresponsable entre el gobierno y la ciudadanía.
Esto implica que también las y los vecinos se involucren de manera activa en la toma de decisiones del municipio, analizando y considerando cuáles son las necesidades prioritarias para su colonia o su zona.
A su vez, el gobierno municipal abre la puerta para definir en su programa de obras y proyectos aquellos que realmente tengan un impacto positivo en la comunidad.
Cuando comenzó a implementar esta forma de distribución del gasto, Enrique Alfaro Ramírez aseguró que hacer política de la buena implicaba tomar en cuenta las ideas de las y los ciudadanos y hacerlos parte de las decisiones importantes para el municipio.
En las directrices aprobadas por todas las regidoras y todos los regidores del gobierno de Guadalajara, se estableció que sea el 15 por ciento del presupuesto total, el que se destine a las obras elegidas por las y los ciudadanos.
La primera presidenta de Guadalajara, Verónica Delgadillo, ha sido muy clara en que su gobierno deberá ser cercano y por ello sacó a los servidores públicos a la calle mediante el programa denominado “GDL Cerquita” para llevar los servicios gubernamentales a la gente con los Martes Comunitarios y los Sábados de Corresponsabilidad, entre otros.
Con esto, se busca no solo cumplir con las funciones de un gobierno municipal, el más próximo a la gente, el que debe prestar los servicios públicos prioritarios y de primera mano, sino que también se fomenta la participación ciudadana para que sean corresponsables del desarrollo de su comunidad.
Al final de cuentas, todas y todos como ciudadanos debemos hacernos responsables también del crecimiento o deterioro de nuestro municipio, tenemos una obligación cívica de ser partícipes, de involucrarnos para tener calles más limpias, una sociedad más amable, infraestructura en óptimas condiciones y espacios de esparcimiento donde nuestros hijos puedan tener actividades sanas.
La invitación entonces es, quienes nos dedicamos al servicio público, a ser cercanos a la gente, y las y los ciudadanos debemos también participar y contribuir con el gobierno en la toma de decisiones y a contribuir con nuestras acciones cotidianas a cuidar de Guadalajara.

Presupuesto participativo: construir en colectivo

Uno de los anhelos de todos los mexicanos es que nuestro país cuente con un sistema de justicia impoluto y al que todas y todos tengan acceso, con la confianza en el Poder Judicial como una institución que en verdad proteja los derechos de las y los ciudadanos.
Si bien es cierto que ha habido avances y se han hecho cambios para mejorar la impartición de justicia en el país y en nuestro Estado, falta aún mucho camino que recorrer en ese “México con hambre y sed de justicia” que señalaba Luis Donaldo Colosio Murrieta.
La polémica Reforma Judicial impulsada por la 4T, ¿es realmente el camino para la impartición de justicia? ¿O es un retroceso más hacia la consolidación de la imposición de justicia? 
La Reforma Judicial aprobada el 15 de septiembre de 2024 con la modificación al Art. 96 constitucional, establece la elección por voto directo de 9 ministros de la SCJN (se eliminan dos de los 11 actuales) con duración en el cargo 12 años (tres años menos que los actuales), la sustitución del Consejo de la Judicatura Federal por el Tribunal de Disciplina Judicial, la incorporación de los jueces sin rostro para temas de delitos de seguridad y la instalación de comités de evaluación para el proceso de selección.
Hay opiniones a favor y en contra de llevar a elección popular el nombramiento de 881 magistrados, jueces y ministros de la Suprema Corte de Justicia. Pero lo que es una realidad es que ha sido un proceso muy cuestionado y basta echar una mirada en él para darnos cuenta por qué.
El proceso inició con la etapa de registro de quienes aspiran a estos cargos del 05 al 24 de noviembre de 2024, periodo en el que se inscribieron cerca de 50 mil personas. Y tan solo una semana después, el Comité de Evaluación publicó la lista de quienes sí cumplían con los requisitos, haciendo un primer filtro.
El próximo 31 de enero de este 2025 se deberá publicar el listado de los elegibles, es decir quienes además de cumplir con los requisitos, son los mejores perfiles de acuerdo a la evaluación de este comité. 
Por cierto, el comité está integrado por cinco personas, entre ellos Arturo Zaldívar, quien fuera presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y Javier Quijano Baz, miembro de barras de litigantes y abogado de Andrés Manuel López Obrador durante su proceso de desafuero como jefe de Gobierno del Distrito Federal en 2005 (de acuerdo con la nota publicada por Milenio 02 de noviembre 2011 titulada “Quién es quién en el comité de evaluación del Poder Judicial”). 
En Jalisco, correspondiente al tercer partido judicial, se elegirán 55 cargos, 32 magistraturas de circuito (especialidad penal, administrativa, civil, trabajo y mixto) y 23 jueces de distrito (especialidad en sistema penal acusatorio, tribunal laboral federal de asuntos individuales, materia penal, administrativa, civil, de trabajo, mercantil).
El 12 de febrero el Senado de la República remitirá el listado de los postulados al INE para la organización del proceso electivo. Las campañas durarán 60 días, en las que está prohibido el financiamiento público y privado, es decir solo se podrán promover a través del Sistema de Candidatos y Candidatas “Conóceles” con un video; no habrá campañas tradicionales.
La jornada electoral se llevará a cabo el próximo 01 de junio de 2025, para lo cual el INE invertirá 6 mil millones de pesos. Y finalmente, quienes resulten electos tomarán protesta ante el Senado el 01 de septiembre de 2025. 
En resumen, en menos de un año se llevará a cabo un proceso de selección, evaluación, elección de quienes serán los próximos importadores de justicia en el país.
Pero no solo es el acelerado proceso de elección lo que abre las dudas y cuestionamientos de si es el mejor método, sino los pasos en sí con un mecanismo en el que se limita a los profesionales del derecho a acceder a estos cargos con un servicio profesional de carrera para darle oportunidad a perfiles que pueden tener un título más no necesariamente la experiencia y trayectoria que un cargo de este tipo requiere y con el apoyo de posibles “padrinazgos”.
La discrecionalidad del proceso, los tiempos, el mecanismo de evaluación, la falta de objetividad, las condicionantes para el registro de los aspirantes, los criterios de elegibilidad, nos hacen pensar que será más un desacierto que un verdadero cambio con rumbo a una verdadera impartición de justicia.

Reforma Judicial: ¿el camino para la impartición de justicia o de la imposición de justicia?

El año postelectoral es de suma importancia porque, por un lado, comienza el trabajo que pondrá a prueba a las nuevas administraciones, y en términos políticos, es el tiempo de la labor de reconciliación y reestructuración en la vida interna de los partidos, preparándose rumbo al siguiente proceso electoral, el del 2027.
En la Iglesia Católica, el 2025 es año jubilar, es decir, es el año del perdón. En política, este año deberá ser el tiempo de la reflexión, la reconciliación y el trabajo. 
Si bien terminamos el 2024, ya iniciadas las nuevas administraciones en los tres poderes y en los tres niveles de gobierno, con el inicio de año comienza también la etapa de construcción de programas y proyectos que deben ponerse en marcha para comenzar a dar frutos que respondan a la confianza de las y los ciudadanos que los eligieron para gobernar.
Nuestro gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, ha dado muestras también de cómo se hace política de la buena, estrechando lazos y llamando a la reconciliación y a la colaboración entre los distintos niveles de gobiernos, sin importar colores, por el bien de nuestro Estado y cada uno de sus municipios.
A su vez, los gobiernos municipales necesitan tejer lazos fuertes con los gobiernos estatal y federal para llevar a cabo obras, programas y servicios con apoyo presupuestal, pues el propio es insuficiente. 
En la Zona Metropolitana de Guadalajara, las presidentas y los presidentes municipales han demostrado en los primeros meses que deben mantener una colaboración estrecha por el bien de la ciudad, pues quienes duermen en Tlajomulco, trabajan en Guadalajara, y quienes viven en Tonalá pasan por Tlaquepaque para llegar hasta Zapopan.
Nuestra primera presidenta de Guadalajara, Verónica Delgadillo, nos ha contagiado a todos los integrantes de su gabinete con su entusiasmo y sus deseos de cuidar nuestra ciudad, cumpliendo con todo el compromiso las labores que nos corresponden, por eso estoy seguro que este 2025 será un gran año para nuestra Perla Tapatía.
Mi querida amiga y compañera de batallas, Mirza Flores Gómez, con el ímpetu que la caracteriza, agarró las riendas de Movimiento Ciudadano Jalisco y ella tendrá también este año que inicia un reto importante al interior del partido, para reforzar las estructuras de este proyecto político, mantener el legado de quien nos inspiró para sumarnos a esta visión, y sobre todo, reconciliar las diferencias que pudieron haber quedado después del proceso electoral. 
En resumen, recibimos el 2025 con retos importantes en la vida política e institucional de quienes nos dedicamos al servicio público, pero sé que asumiremos nuestras responsabilidades, como dice el Mtro. Enrique Ibarra, con el corazón en la mano y con la cabeza fría.
Mis mejores deseos para todas y todos, ¡y que sea uno de los mejores años de Guadalajara y de Jalisco este 2025!

2025: Año de la reconciliación y el trabajo

Uno de los monumentos más emblemáticos de nuestra ciudad son los arcos de avenida Vallarta, en donde se lee la frase: “Guadalajara, ciudad hospitalaria”, y es el deseo de Navidad y para el próximo año, que nuestro municipio siga siendo un referente no solo nacional sino internacional, por su belleza, por la calidez de su gente y sobre todo, porque es el mejor lugar para vivir.
Recientemente la BBC publicó una nota sobre Guadalajara como la ciudad más mexicana, que en realidad habla de Jalisco en general, con sus virtudes y sus negativos, que hacen de esta tierra un ícono de la mexicanidad. 
Si bien es cierto que somos la cuna de la identidad mexicana, también nuestro Estado destaca por grandes logros, como su industria tanto agroalimentaria como tecnológica, por el gran talento creativo que ha dado nuestra Entidad, que ha dado grandes artistas y hombres y mujeres ilustres.
Pero, ¿cuál es la ciudad que queremos para el 2025? Nuestra presidenta Verónica Delgadillo, la primera mujer electa para dirigir el gobierno municipal, tiene un plan muy claro que para el próximo año será importante ejecutar, para seguir por el rumbo que se quiere para la Perla Tapatía.
Apenas han pasado tres meses de la actual administración y ya se ha demostrado el interés de querer hacer las cosas bien. Un claro ejemplo han sido las decisiones que se han tomado para tomar el control de la recolección de basura domiciliaria.
Quienes participamos en el actual gobierno de Guadalajara, también hemos acatado instrucciones de nuestra presidenta para que, cada paso que demos, sea con un solo propósito: cuidar a nuestra ciudad. 
¿De qué manera podemos hacerlo? No es fácil romper con la inercia y mucho menos la forma de hacer algunas cosas, pero paso a paso, firme, sin titubeos, debemos ir avanzando para poner orden, porque para lograr la ciudad que queremos debe haber armonía.
Guadalajara es un municipio que ha perdido población, pero que recibe a millones de personas como turistas, pero sobre todo, trabajadores que duermen en la zona metropolitana y durante el día permanecen en el corazón de esta urbe.
El crecimiento de la ciudad no debe detenerse, si no planearse y ordenarse. El uso mixto para que pueda convivir el sector comercial con el habitacional también es posible con una serie de reglas claras que debemos acatar todos. 
La armonía que anhelamos es posible, si colaboramos juntas y juntos por nuestra ciudad porque es, seguramente, el deseo de todos, que Guadalajara siga siendo la más bonita, la más visitada, la más próspera, pero sobre todo, el mejor lugar para vivir.
Deseando que todas y todos ustedes tengan el mejor año, me uno también a las intenciones, y sobre todo al trabajo desde el Gobierno de Guadalajara y como ciudadano, para que en el 2025 sigamos cosechando acciones en pro de la mejor ciudad del mundo: la Perla Tapatía.

La Guadalajara que todos queremos en 2025

Atreverse a hacer cosas diferentes no es fácil, menos cuando se trata de romper esquemas y agarrar el toro por los cuernos. Verónica Delgadillo, la primera presidenta municipal de Guadalajara nos ha dado una gran lección: tomar decisiones con convicción, análisis y planeación para agarrar el timón y sacar a flote el gobierno tapatío en beneficio de las y los ciudadanos.
Después de 30 años, nuestra presidenta decidió poner fin a la concesión y que la administración municipal retomara el servicio de recolección de basura, a pesar de las especulaciones, de las presiones y de quienes dudaban que esto fuera posible.
La fecha llegó y el plazo terminó para que la empresa concesionaria culminara su contrato, el cual no se renovó a decisión de la presidenta, no por capricho ni por ocurrencias, sino porque para todos era evidente que uno de los servicios que fue en su momento el mejor calificado, era ahora la queja constante de las y los vecinos.
Nuestra guardiana, Verónica Delgadillo, no podía permitir que los desechos se quedaran en las calles, que las familias tuvieran que padecer de una mala recolección. Por ello, escuchó a los expertos, analizó las alternativas y después de revisar las implicaciones que esto tendría, quienes formamos parte de su equipo en el Gobierno Municipal de Guadalajara, decidimos apoyarla y sacar adelante este propósito, con transparencia, legalidad y organización.
Así llegamos al 18 de diciembre de 2024, con camiones recolectores nuevos, con el organismo público descentralizado creado y trabajadores de limpia contratados por esta nueva dependencia, para iniciar con la recolección de desechos domiciliarios.
El banderazo de salida de los camiones recolectores fue en la Glorieta de La Minerva, un lugar emblemático para las y los tapatíos, y aún más para quienes formamos parte de este Gobierno de Guadalajara encabezado por una mujer, por la guardiana de nuestra ciudad que, así como en la mitología romana la diosa de la sabiduría era la protectora de Roma, nuestra alcaldesa se comprometió a cuidar de las y los tapatíos.
“Justicia, sabiduría y fortaleza custodian a esta leal ciudad”, es la frase que se lee en esta glorieta y así es como en los primeros dos meses de la actual administración municipal se quiere dirigir el rumbo del gobierno tapatío, con la valentía de tomar decisiones, sustentadas, para que la autoridad más próxima a la gente sea, no solo cercana, sino lo suficientemente sabia y fuerte para que este barco siga navegando por buen rumbo, con capitana al mando.

Con capitana al mando, GDL empieza a navegar

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Como orgulloso tapatío puedo asegurar que Guadalajara es una de las ciudades más bonitas de México; incluso ha sido reconocida este año por NatGeo como uno de los mejores lugares para visitar. Pero hoy enfrentamos un problema que debemos resolver todas y todos los habitantes del municipio: la generación y recolección de basura. 
En los últimos días, sin duda alguna el tema del término de la concesión que tenía el Gobierno de Guadalajara con la empresa Caabsa para la recolección de basura, ha sido uno de los más comentados. La decisión de nuestra primera presidenta municipal, Verónica Delgadillo, fue una decisión valiente, arriesgada tal vez, pero puedo asegurar que no fue una simple ocurrencia o una elección sin sustento. 
Los gobiernos municipales tienen una responsabilidad muy grande con la población porque una de sus principales funciones es prestar servicios de manera eficiente. Hace 30 años, cuando la administración municipal decidió dejar en manos de la empresa el servicio de recolección de basura, tuvo sus razones, pero con el tiempo las cosas han cambiado. 
Guadalajara, la Ciudad de las Rosas, no es la misma que en 1994. Nuestro municipio ha tenido pérdida de población, hemos perdido en los últimos años más de 200 mil habitantes, no así la generación de basura, pues a pesar de tener menos gente, la cantidad de basura se ha incrementado y pasó de mil 500 toneladas hace 30 años a mil 800 actualmente. 
Es cierto que la obligación del Municipio es cumplir con su responsabilidad y ayudarle a las y los ciudadanos a recolectar y darle destino final a los residuos domésticos. ¿Pero qué estamos haciendo o cómo podemos aportar desde nuestros hogares a enfrentar este grave problema? 
Como servidor público le doy un voto de confianza a nuestra presidenta y puedo asegurar que se están tomando las mejores decisiones, basadas en estudios y consultas con especialistas, que nos demuestran que el Gobierno de Guadalajara sí puede enfrentar este reto, con unidades y personal propio, para salir adelante en la prestación del servicio de recolección de basura doméstica. 
Pero como ciudadano, también creo que debemos ser una sociedad partícipe y corresponsable. Al paso de los años, hubo muchos programas y proyectos de una administración a otra, para intentar que la población coadyuve separando sus desechos para reutilizar y reciclar algunos materiales. También hay alternativas para aprovechar los residuos orgánicos como la elaboración de composta casera. 
Las alternativas para que las y los ciudadanos participemos en la solución del problema son muchas, para que nuestra ciudad luzca limpia. Incluso, la basura se ha vuelto un gran negocio para muchos y es lo que nuestra presidenta Verónica Delgadillo no quiso permitir: que una concesión rebasara el límite de un buen servicio por una recolección mediocre basada en la utilidad mercantil a costa de las familias tapatías que padecen porque su basura no se recoge de manera puntual. 
Si queremos que Guadalajara esté limpia y que la basura no sea una mancha para seguir sintiéndonos orgullosos de vivir en una de las mejores ciudades, es momento de dar un golpe de timón y redirigir los esfuerzos, a nivel gobierno asumiendo la responsabilidad total del servicio de recolección de basura doméstica, pero también con la colaboración de todas y todos para que cuidemos de nuestra Perla Tapatía.

Por GDLimpia

El crecimiento que ha tenido Jalisco en los últimos años es difícil de detener, pero lo que no debe perder nuestro Estado y es el gran reto que tendrá Pablo Lemus a partir de este viernes 06 de diciembre cuando asuma el cargo de Gobernador del Estado, es su dignidad y su gran sentido de identidad para defender lo que las y los jaliscienses han construido.
Fue justamente el 06 de diciembre de 1810 en Guadalajara donde el generalísimo de América, Miguel Hidalgo y Costilla emitió el decreto de abolición de la esclavitud y nada más simbólico que la escultura que se erige en Plaza Liberación, misma que es conocida también como de los Tres Poderes, pues se encuentran a su alrededor los recintos del Poder Legislativo, Judicial y Ejecutivo de Jalisco.
Frente a esta escultura de Miguel Hidalgo tomará protesta en el recinto del Legislativo, nuestro gobernador constitucional del Estado para los próximos seis años de gobierno, Pablo Lemus Navarro.
Hidalgo, en nuestra tierra, liberó a los esclavos del yugo y la opresión y tal vez por eso el espíritu jalisciense siempre ha sido, no de rebeldía sin causa, sino de una lucha justa para que nuestro Estado obtenga lo que merece.
Si bien es cierto que Pablo Lemus no tendrá las mismas condiciones que tuvo Enrique Alfaro Ramírez con un Congreso en el que Movimiento Ciudadano tenía mayoría absoluta, deberá, con su estilo propio, defender Jalisco para que su mandato tenga frutos y siga llevando a la entidad por el buen rumbo de crecimiento económico y de beneficio social.
El reto pues, de Pablo Lemus Navarro será grande, porque nuestro país transita por un momento difícil, no solo por la apatía social, el descrédito de las autoridades, pero también de gobiernos centralistas y populistas que parecieran llevarnos al retroceso y a las viejas prácticas políticas que, desde Movimiento Ciudadano, han buscado combatirse.
Nuestro Estado tiene hoy carreteras estatales en buen estado, pero las federales están peor que nunca. El sistema de salud en Jalisco resistió pandemias y el desabasto de medicamentos por decisiones federales que dejaron a la deriva a enfermos de cáncer, entre otros. La educación en nuestro Estado es modelo nacional, no solo en planes académicos, sino en programas sociales con apoyo de útiles escolares y uniformes.
El avance en la movilidad y la conectividad en Jalisco también es significativo, pero también es cierto que Jalisco necesita colaboración del Gobierno federal para concluir proyectos tan importantes como las líneas 4 y 5 del Tren Ligero, entre otros.
Nuestro Estado, libre y soberano ha demostrado a nivel nacional que puede tener buenos gobiernos ciudadanos y sé que la capacidad y el talento que tiene Pablo Lemus Navarro para gobernar, también serán fructíferos y seguirá demostrando que Jalisco es único, que es fuerte y que apuesta por políticas públicas que ponen a las y los ciudadanos al centro y que sabrá defenderse de la opresión y el yugo que pretenda imponerse desde el Centro.
Enhorabuena a Pablo Lemus Navarro por el inicio de su mandato. Sé que tendremos un gran gobernador con quien haremos equipo desde el Gobierno de Guadalajara junto con todas y todos los jaliscienses para que le vaya bien a Jalisco.

Pablo Lemus: Un gobernador que defenderá al Estado libre y soberano de Jalisco

Juan Pablo Colín

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¿Aplicarán o no, aranceles a México?

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Deportaciones

Es joven pero muy madura y está en uno de sus mejores momentos. Es Guadalajara, la que el próximo mes cumplirá 483 años, de la que nos sentimos orgullosos todos los tapatíos, pero también la que queremos que esté al cien.
Madrid le dobla la edad y París le lleva más de mil 500 años a nuestra Perla Tapatía, pero es también bonita y siempre ha tratado de mostrarse amable y cálida con el más de millón de visitantes que recibe cada año.
Las y los tapatíos, nos sentimos orgullosos de haber nacido aquí y el anhelo de todos es que sea el mejor lugar para nuestros hijos, y para que esto suceda, el Gobierno de Guadalajara que dirige nuestra primera presidenta, Verónica Delgadillo, enfocará sus esfuerzos este 2025 para que la Perla Tapatía sea una ciudad ordenada, limpia y segura.
En 2026, la ciudad será una de las sedes del mundial de futbol y habrá cuatro partidos, uno de ellos de la Selección Mexicana, por lo que se espera que lleguen miles de visitantes, lo que dejará una derrama económica importante para todo el Estado, incluido nuestro municipio. 
La visión de nuestra primera presidenta, una mujer joven que ama profundamente a su ciudad, y que desde que tomó las riendas del Gobierno de Guadalajara ha demostrado que sabe dirigir, no con ocurrencias sino con análisis profundos y planeación, presentó hace unos días su Plan de Obra Pública 2025 en el que pone al centro a las personas.
Con este plan, se pretende consolidar a Guadalajara como una ciudad activa, atendida y que cuide de las y los tapatíos con equipamiento cultural, deportivo, espacios recreativos, movilidad integral, calles transitables, infraestructura educativa y servicios de calidad. 
Esta visión pretende, sí poner guapa a nuestra ciudad para recibir a los miles de visitantes que se espera lleguen en el 2026 con motivo del Mundial de Futbol, pero sobre todo para que las y los tapatíos vivan en un mejor lugar, que ese orgullo que sentimos por ser de Guadalajara, sea también porque sigue siendo una ciudad viva y amable.
Esa madurez de nuestra ciudad merece tomar decisiones firmes y sustentadas para que todos podamos visitar el Centro Histórico y sea un buen lugar para pasear con la familia, para que en las calles de Talpita, de Santa Tere, de la Colonia Independencia, la Monraz, San Andrés, Chapalita, los jóvenes encuentren espacios que les permita desarrollar sus talentos deportivos, que puedan estudiar y que existan puntos de cohesión social.
Con los mil 128 millones de pesos que se invertirán en este 2025 en obra pública, nos estaremos preparando para los visitantes, pero sobre todo para que las tapatías y los tapatíos disfrutemos de nuestra ciudad al 100.

Una ciudad al 100