La detección temprana y la prevención se presentan como estrategias fundamentales para disminuir la mortalidad
El Día Mundial contra el Cáncer se conmemora el martes 4 de febrero. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el cáncer como un grupo amplio de enfermedades que pueden afectar a cualquier parte del cuerpo. La enfermedad se caracteriza por la rápida creación de células anormales que crecen más allá de sus límites habituales y pueden invadir tejidos adyacentes o diseminarse a otros órganos, proceso denominado metástasis. Según la OMS, las metástasis generalizadas son la principal causa de muerte por cáncer.
En un informe basado en datos del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), la OMS calculó que en 2022 se registraron 20 millones de nuevos casos y 9,7 millones de muertes por cáncer. Además, el organismo estimó que 53,5 millones de personas estaban vivas cinco años después de recibir un diagnóstico. Las proyecciones indican que aproximadamente una de cada cinco personas desarrollará cáncer a lo largo de su vida, mientras que la enfermedad causará la muerte de uno de cada nueve hombres y una de cada 12 mujeres. En 2020, la OMS informó que casi 10 millones de personas fallecieron a causa del cáncer, con tipos frecuentes que incluyen cáncer de mama, pulmón, colon, recto y próstata.
La OMS relaciona entre un 30% y un 50% de los cánceres con factores de riesgo como el consumo de tabaco, un índice de masa corporal elevado, el consumo de alcohol, una dieta con escasa ingesta de frutas y verduras y la falta de actividad física. La contaminación del aire, especialmente por radón, se vincula al cáncer de pulmón. Asimismo, las infecciones por el virus del papiloma humano (VPH) y la hepatitis contribuyen a la carga de la enfermedad, sobre todo en países de ingresos bajos y medianos, donde aproximadamente el 30% de los casos se relacionan con infecciones.
En términos de incidencia, el cáncer de mama, pulmón, colon y recto, próstata, piel no melanoma y estómago registraron los números más altos de nuevos casos en 2020. La mortalidad se concentra en el cáncer de pulmón, seguido por el de colon y recto, hígado, estómago y mama. En Estados Unidos, datos del Programa Nacional de Registros del Cáncer y del Instituto Nacional del Cáncer indicaron que en 2022 se registraron 608.366 muertes por esta enfermedad. Los Institutos Nacionales de Salud identificaron en 2024 al cáncer de mama, próstata, pulmón y colorrectal como los tipos con mayor incidencia.
En América, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advierte que el cáncer representa una carga importante, superada únicamente por las enfermedades cardiovasculares. En 2022 se registraron más de 4,2 millones de nuevos casos en la región, con proyecciones que alcanzan los 6,7 millones para 2045. La OPS señala la necesidad de fortalecer el acceso a tratamientos oncológicos y mejorar la distribución de medicamentos, dado que los altos costos y la ineficiencia en los sistemas de compra constituyen obstáculos en la atención de los pacientes.
La detección temprana y la prevención se presentan como estrategias fundamentales para disminuir la mortalidad. La OMS y la OPS recomiendan evitar factores de riesgo, mantener hábitos de vida saludables y aplicar programas de cribado y vacunación, entre ellos la vacuna contra el VPH y la hepatitis B, como medidas esenciales para controlar la enfermedad.