Ni a patadas

Las Chivas Rayadas del Guadalajara no ganan ni a patadas. Tras la vergonzosa actuación de su director técnico de nombre que prefiero ni escribirlo, pues estoy seguro que así como yo, dentro de muy poco tiempo ni será pastor del Rebaño, ni la gente se acordará de él, pues su equipo no camina, no juega futbol, no tiene rumbo…

El señor, después de haber sido inhabilitado por la patada y provocación que realizó en el partido ante los Esmeraldas del León, tiene a las Chivas con un panorama negro. Apenas este fin de semana, estando en casa ante sus aficionados y frente a un rival muy muy muy modesto no pudo, no supo cómo ganar y terminó empatando.

Pero el resultado no es todo lo pobre que mostró el Chiverío. En la cancha se puede constatar un equipo falto de ideas, de personalidad, de conjunción, de un verdadero trabajo en la semana. Es más, el todavía director técnico del Guadalajara no ha podido consolidar un cuadro titular, once jugadores que puedan regresarle la ilusión, la esperanza a todos los seguidores rojiblancos. Este tipo español, de poco, muy poco conocimiento de su plantel y del propio futbol mexicano, se ha desnudado con la pobreza futbolística y de resultados para el equipo tapatío, sin embargo, ya mostró el cobre tirando patadas y provocando a los jugadores rivales, situación imperdonable para cualquier técnico profesional del futbol, pero más para un timonel del Guadalajara por su grandeza, por su historia, incluso por el respaldo de la empresa que sostiene a la institución, slogan de “la gente que cuida a la gente”. No sé si ahora la cambiarán por “la gente que patea a la gente”.

Ya se fueron las primeras cinco jornadas de la temporada y las Chivas están lejos, muy lejos de los primeros puestos y sobre todo, de la solidez de equipos que muestran una clara tendencia para tomarlos en cuenta no solo para ocupar los primeros puestos, sino para contender por el título del futbol mexicano, panorama del cual con este técnico, las Chivas parecen alejarse más y más y más, conforme se hace maduro el torneo. Y por favor, que no salga con el cuento de “estamos formando jugadores”, “estamos debutando muchachos”; no por favor, ese humo ya está muy sofocado.

Chivas era un equipo grande y aunque a muchos les duela, hasta el mote de Campeonísimo puede quedar en el pasado y en el olvido, porque como va su acérrimo rival, el América, en este mismo año podría coronarse por cuarta y hasta por quinta ocasión convirtiéndose en el nuevo Campeonísimo del futbol mexicano.