A lo largo de los años, los atletas han vivido situaciones que los han orillado a tomar la decisión de dejar de lado su pasión por el deporte de alto rendimiento.
Muchas de esas ocasiones han sido víctimas de lesiones y a pesar de seguir su proceso de rehabilitación, esto no ha sido suficiente para poder evitar tener una recaída; es difícil entender el porqué de las cosas, sobre todo cuando tienes que poner en una balanza lo que estás pasando y lo que te impide seguir. Para ellos, la palabra retiro es complicada y más cuando han recorrido toda una vida dedicada al deporte.
Es fuerte pasar ese momento, pero también eso habla de la madurez y del trabajo psicológico que viene detrás de ellos; saber cuándo es el momento de decir “hasta aquí”.
Muchas son las historias de atletas que por una lesión, jamás lograron vivir unos Juegos Olímpicos. Esas historias de superación y fortaleza quizás no lograron que años de trabajo se recompensaran con una clasificación a la magna justa, pero hoy esos nombres son parte del deporte de Jalisco. Ellos, hoy en día, comparten su experiencia con las nuevas generaciones sobre cómo afrontar estos procesos y que no te lleguen a afectar de una manera más fuerte.
Eso se llama pasión, una pasión que quizás tomó otro rumbo pero que dejó un gran beneficio. Hoy, esos atletas se han convertido en entrenadores que trabajan de la mano con las nuevas generaciones en busca de una clasificación que los lleve a vivir la experiencia de unas olimpiadas.