Donald Trump amenazó este viernes a Japón con imponer aranceles para equilibrar el déficit comercial con Estados Unidos pero el primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, evitó una guerra comercial abierta haciendo concesiones.
Los dos dirigentes también prometieron trabajar juntos, tanto a nivel económico como de seguridad, para contrarrestar la influencia de China.
Según Trump, los aranceles son una opción si el déficit comercial no se equilibra.
“No creo que vaya a tener ningún problema en absoluto” para alcanzar un acuerdo, vaticinó, sentado junto a Ishiba en el despacho oval.
Cuando más tarde, en rueda de prensa, se le preguntó sobre esa perspectiva y sobre posibles represalias comerciales por parte de Japón, Ishiba eludió el tema y dijo que no quería responder a una pregunta “hipotética”.
“Es una muy buena respuesta. Él sabe lo que hace”, respondió Trump, aprobando la habilidad de su invitado.
Antes Shigeru Ishiba dijo que el republicano asustaba por televisión, pero era “muy franco y muy poderoso” en persona.
A su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump prometió corregir los déficits comerciales de la primera potencia mundial.
Con Japón, Estados Unidos tendrá un déficit comercial de 72 mil millones de dólares, según un estudio realizado para el Congreso.
Trump también prometió que la próxima semana se anunciarán aranceles aduaneros “recíprocos” con todos los socios comerciales de Estados Unidos.