A través del tiempo y gracias al crecimiento de plataformas como las redes sociales, éstas han permitido la fácil interacción y conexión entre personas.
Con la llegada de estos fenómenos, en la nueva era digital, nuevas personas han aparecido dentro de la escena pública, con el mismo propósito de ser líderes de opinión, o incluso inspiración para masas.
Los viajes, los lujos, la moda y las tendencias son algunas de las cosas que los reconocidos influencers pueden presumir, y que suman fama a costa de ello.
La actual preocupación, es que en menos de dos meses que ha llevado este 2025, dos casos bastante mediáticos se han presentado, ambos protagonizados por influencers, relacionados con violencia.
Los casos de Rodolfo “Fofo” Márquez así como Marianne “N”, han brindado un llamado de atención a la sociedad para reflexionar cuál es el verdadero mensaje que esperamos a través de aquellas personas a las que seguimos, e incluso si nosotros mismos nos consideramos influyentes, qué es lo que aportamos a los que nos rodean.
No distinguirlos como influencers por la cantidad de seguidores, sino por aquello positivo que aporten a la sociedad, haciendo este atento llamado a los nuestros e incluso a nuestras redes sociales.