No solo Trump es el que divide y polariza al mundo con sus mensajes políticos y órdenes ejecutivas, su número dos en el organigrama, J.D. Vance, quien durante su visita a Europa participó en la conferencia de seguridad de Múnich, criticó ante la sorpresa de todos, que Europa ha olvidado los valores fundamentales democráticos y que la libertad de expresión experimenta un retroceso.
Lo más sonoro del discurso fue cuando el vicepresidente americano, afirmó que “Europa tiene miedo de sus votantes”, en clara referencia a las acciones de varios países europeos que frenan el acceso a partidos políticos de la ultraderecha.
Lo anterior tiene un trasfondo político y comunicacional que ha activado las alarmas de varios líderes europeos que no desean que viejas ideologías resurjan con fuerza en sus territorios, como es el caso de Olaf Scholz, el canciller alemán, quien afirmó que si en algo están de acuerdo los partidos alemanes, es en evitar todo vínculo con el nacionalsocialismo.
Ante esta situación, analicemos los errores diplomáticos y las fibras sentimentales que lastimó Vance con la lección de geopolítica a sus leales aliados, entre los que se encuentran Inglaterra, Francia y Alemania, que han quedado impactados por estas declaraciones que caen como bomba atómica en una Europa que tiene como prioridad acabar a toda costa con la guerra en Ucrania, que la ha debilitado. Veamos:
1. Estados Unidos está en una guerra comercial con China y en algún momento deberá apoyarse en sus aliados que ahora Vance, con su mensaje de regaño, aleja.
2. La conferencia de seguridad contemplaba en su programa revisar las primeras acciones de EU para pactar el inicio del fin de la guerra entre Ucrania y Rusia, tema del mayor interés de la audiencia, pero que Vance evitó con mal timing provocando que Zelensky, el presidente de Ucrania, llame a Europa para crear su propio ejército ante el desinterés de los EU para apoyarlos.
3. Hay analistas que escriben que Trump ingresó a una espiral que lo coloca en una ruta al fascismo pues se observa claramente su obsesión contra los migrantes; el discurso de Vance lo proyecta así, al afirmar que “ningún votante del Continente Europeo acudió a las urnas para abrir las compuertas a millones de inmigrantes sin establecer controles”.
4. Scholz, el canciller germano, molesto, ha revertido las críticas de Vance explicando que ha sido muy osado venir a Alemania a una semana de sus elecciones para apoyar el ideario de la AFd, partido de la derecha, desestimando el proceso a los demás partidos e involucrándose en la campaña.
Aún más… Vance aún no aterrizaba en Washington, cuando Boris Pistorius, el ministro alemán de Defensa, declaró que el vicepresidente compara las condiciones de varias partes de Europa con las de regímenes autoritarios y esto no es aceptable.
Los discursos políticos son herramientas poderosas, que en el mejor de los casos, buscan impactar positivamente en las audiencias. El mensaje de J.D. Vance en Múnich, Alemania, abrió brechas geopolíticas que tal vez tarden en cerrar y abona al estilo de golpeteo utilizado por Trump en todos los puntos del orbe.
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