Desde la Cámara de Diputados, trabajaremos conjuntamente con la iniciativa presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum. La protección del maíz mexicano es crucial para la biodiversidad y la soberanía alimentaria de nuestro país. Nuestro objetivo es legislar la prohibición de la plantación de maíz transgénico. Entre nuestros objetivos están proteger la riqueza genética del maíz de México, prevenir la contaminación genética de las variedades nativas del maíz y fortalecer la promoción de la agricultura sostenible y la soberanía alimentaria, entre otros.
En México, el maíz es un ingrediente fundamental en nuestra gastronomía, presente en más de 600 platillos. Algunos ejemplos son tortillas de maíz, tacos, tostadas, chilaquiles, tamales, atole de maíz, elote, esquites, enchiladas y pozole, por mencionar algunos. La reforma busca proteger el patrimonio de nuestro país, ya que el maíz es más que un alimento; forma parte de nuestra identidad y riqueza cultural. En la cultura olmeca, el maíz era considerado el centro del universo.
La reforma es un tributo a la cultura de México, incluso el maíz fue declarado patrimonio de la humanidad por la UNESCO. El maíz es un elemento de identidad nacional, alimento básico del pueblo mexicano y base de existencia de los pueblos indígenas y afroamericanos. Se propone prohibir el cultivo de maíz transgénico porque supera las barreras naturales de reproducción y recombinación, lo que puede afectar la biodiversidad alimentaria. Sin embargo, se permitirán otras modificaciones genéticas que no superen las barreras naturales, siempre y cuando sean evaluadas según las leyes e instancias pertinentes.
Es fundamental proteger la biodiversidad y la soberanía alimentaria, fomentar la investigación humanística y científica, y no descuidar los conocimientos tradicionales de los campesinos. Ellos juegan un papel fundamental al seleccionar las mazorcas más prometedoras para mejorar la próxima cosecha.
Estamos comprometidos con el pueblo de México y seguiremos enfocados en aumentar la producción y productividad del maíz blanco no transgénico, fundamental para el consumo en México. Otros países también regulan el uso de organismos genéticamente modificados en la alimentación, y debemos seguir esos caminos para proteger nuestro patrimonio genético y cultural. Porque sin maíz, no hay país.