Recuperarse de una lesión requiere tiempo, paciencia y tranquilidad. Desde mi parecer, es complicado dejar de hacer lo que normalmente llamamos “rutina”, pero si queremos que la lesión sane, debemos tomar con seriedad las indicaciones y el tiempo que nos indican.
Es pesado no hacer lo que normalmente realizas, pero quizás son señales de que debemos bajarle un poco al ritmo y permitir que el cuerpo descanse. Y decir “descanse” nos asusta, pero es una realidad. En lo personal, ha sido complicado recuperarme porque en mi vida hago muchas cosas para sentirme bien, actividades que me hacen estar tranquila y que me dan fuerza para salir adelante.
Debemos regalarnos nuestro tiempo. Sé que trabajar, atender a nuestros hijos, hacer los deberes del hogar, trabajar al llegar a casa, es difícil, pero durante esa jornada necesitamos nuestro tiempo y ese que nos ayuda o incluso nos da ese empujoncito pera decir “muy bien, ahora lo que sigue”.
Hacer ejercicio es una buena opción cuándo podemos hacerlo; eso dependerá de nosotros y del espacio que nos demos. Por eso creo que después de una lesión sí debemos estar conscientes que la recuperación será de vital importancia para recargar esas energías que requiere nuestro cuerpo. Si necesitas más tiempo, tómalo. No está mal, es tu cuerpo, es tu vida y es tu tiempo; valorarlo marcará el cambio y nuestro rumbo.
Así que si estás pasando por una recuperación ten paciencia y tranquilidad; es cuestión de tiempo para que sanes y vuelvas a demostrarte lo valiente que eres y lo fuerte que la vida te está haciendo.