Ahora en Jalisco: Presunto asesino de mujer y su hijo en Zapopan, privó de la vida a su novia en Culiacán, Sinaloa, en 2004.
El nombre de Eduardo Granados Palma vuelve a aparecer en un caso de feminicidio. Este hombre, que en 2004 privó de la vida a su entonces prometida Martha Berenice ‘N’ en Culiacán, Sinaloa, es ahora buscado por su presunta responsabilidad en la muerte de su pareja Astrid ‘N’ y del hijo de ella, Ángel Fernando ‘N’, de 12 años, en un fraccionamiento de Zapopan, Jalisco.
La noche del 2 de marzo de 2025, en Alicante Capital Norte, Granados Palma habría atacado a golpes a ambas víctimas dentro de su domicilio. Una tercera persona, Isabella ‘N’, una niña de 9 años, logró sobrevivir, aunque su estado de salud es crítico.
Testimonios recabados por medios locales señalan que, durante la noche del domingo, se recibieron varias llamadas de emergencia alertando sobre una mujer que pedía auxilio desde el interior de la vivienda. Horas más tarde, durante la madrugada del lunes, elementos de seguridad y bomberos lograron ingresar al inmueble, donde encontraron los cuerpos sin vida de la madre y el menor, además de la niña gravemente herida.
Autoridades de Jalisco confirmaron que el sospechoso ya contaba con antecedentes de feminicidio en Culiacán, en un caso que conmocionó a la sociedad en 2004 cuando asesinó a martillazos a su prometida en la colonia Las Quintas.
El 12 de marzo de 2004, Granados Palma, quien en ese momento dirigía una empresa de asesoría y capacitación policial que prestaba servicios al Instituto Estatal de Ciencias Penales de Sinaloa (hoy Universidad del Policía-Unipol), conoció a Martha Berenice ‘N’ cuando la contrató para el área de relaciones públicas. Con el tiempo, iniciaron una relación sentimental y posteriormente se comprometieron.
Sin embargo, la relación se deterioró cuando ella descubrió que él estaba casado y tenía hijos. Durante una discusión sobre el tema, él la golpeó brutalmente hasta hacerla caer al suelo y, posteriormente, la asfixió. No conforme, tomó un martillo y la atacó en la cabeza, causándole un traumatismo craneoencefálico que le quitó la vida.
Tras cometer el crimen, huyó en una camioneta de su madre, pero regresó al domicilio para limpiar la escena. Luego, subió el cuerpo de la víctima a la cajuela junto con sus pertenencias y lo arrojó al río Tamazula. Más tarde, se deshizo de sus objetos personales en el canal Recursos Hidráulicos.
Para desviar sospechas, participó en la búsqueda de Martha e incluso acompañó a sus padres a presentar una denuncia por desaparición ante el Ministerio Público. Sin embargo, el 17 de marzo fue detenido como principal sospechoso. En un intento por reducir su pena, confesó el crimen y señaló el lugar donde había abandonado el cuerpo.
El proceso penal en su contra se prolongó durante años, pero antes de recibir sentencia logró escapar. El 4 de marzo de 2006, con la ayuda de personas externas y la presunta complicidad de una secretaria, logró burlar la vigilancia del Juzgado Segundo de Distrito y huir tras cortar los barrotes del área de diligencias.
No estuvo libre por mucho tiempo. El 15 de marzo del mismo año, fue recapturado en Guadalajara y trasladado nuevamente al penal de Aguaruto en Culiacán, Sinaloa.
Finalmente, en 2015, tras un largo proceso judicial, se le dictó una condena de 24 años de prisión. Sin embargo, en 2023 obtuvo su libertad y reapareció públicamente como presidente de la fundación ‘Mexicanos Uniformados’, desde donde aseguraba trabajar en la dignificación de la labor policial. Incluso creó una página web (http://granadospalmafoundation.org/) para promover su causa.
Ahora, dos décadas después de su primer feminicidio, Granados Palma es nuevamente señalado como presunto responsable de un crimen atroz, lo que ha generado indignación y exigencias de justicia en Jalisco y en todo el país.