Inundamos las calles

El sábado, una ola morada inundó las calles principales de la República por la conmemoración del Día Internacional de la Mujer. En Ciudad de México, 200 mil capitalinas marcharon hacia la plancha del Zócalo, el punto neurálgico de las movilizaciones sociales, políticas y culturales de todo el país. En Guadalajara, 38 mil niñas, jóvenes, madres y mujeres adultas mayores tomaron las calles desde la Glorieta de La Minerva, hasta Plaza de la Liberación. En cada ciudad la exigencia era la misma: justicia, alto a la violencia e igualdad.

Aunque en su discurso de toma de posesión, la hoy Presidenta, declaró el no haber llegado sola, sino que llegamos todas, las consignas de ayer sentenciaban que no llegaron todas; en Jalisco no llegó Astrid Cruz de 38 años, asesinada junto a su hijo Fernando, por su ex pareja Eduardo “G”, mismo hombre identificado como responsable del feminicidio de Martha Berenice en 2024, y que hoy sigue en libertad.

Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, detallan que entre enero y noviembre del 2024 se registraron 733 feminicidios en México. Esta cifra se alimenta con datos e informes de las fiscalías estatales, por lo que el subregistro podría ser mucho más alto, debido a cifras maquilladas o la reclasificación y falta de reconocimiento de casos a nivel nacional. Tal es el caso de Jalisco, que en el pasado sexenio reportó de manera oficial 27 casos, sin embargo, el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (Cladem) contabilizó 183 para este mismo año.

Desde un Palacio Nacional amurallado, la Presidenta anunció un decálogo de acciones en favor de las mujeres, entre las que se encuentran el establecimiento de 24 efemérides, la apertura de una sala dedicada a las mexicanas históricas en Palacio Nacional, reconocimiento a mujeres de pueblos indígenas, programa de vivienda, derechos agrarios, y foros de consulta, sin embargo, no representan una solución real para millones de mujeres expuestas a feminicidio, desaparición, violencia sexual, física y psicológica o desigualdad.

Cifras del INEGI muestran que la desigualdad salarial es una de las brechas más grandes entre mujeres y hombres, alcanzando una disparidad de 33.2% entre salarios, incluso si se realiza el mismo trabajo. De acuerdo con el IMCO, las mujeres en México ganamos 85 pesos por cada 100 que reciben los hombres, pese a que dedicamos más horas a labores domésticas y de cuidados, que representan trabajo no remunerado.

Recientemente, las priístas de Jalisco dimos a conocer #NuestraAgenda8M, una iniciativa impulsada desde el Congreso de Jalisco para construir de la mano de mujeres las soluciones a las grandes problemáticas, retos y amenazas que vivimos. Mediante mesas de trabajo y conversatorios con expertas en distintas materias buscamos encontrar las lagunas legales que dan paso a cada una de las violencias que se ejercen en nuestra contra, y que se traducirán en propuestas impulsadas por nuestro Grupo Parlamentario.

Si algo nos dejó como aprendizaje la marcha del pasado sábado, es que en esta lucha no estamos solas. Caminamos con sororidad unas por otras, alzamos la voz por las que ya no tienen voz y resistimos porque nos queremos libres, seguras y sin miedo.

EXTRA: con la tregua arancelaria que aplicó Donald Trump, para fijar el 2 de abril como fecha para aplicar los aranceles a las exportaciones mexicanas. El evento del Zócalo, donde se darían a conocer las medidas en respuesta, no fue cancelado; fue un festival con música, aplausos y discursos. La pregunta es: ¿Y la estrategia cuándo? El gobierno debe romper la inercia de los bomberazos, de doblarse al chasquido de dedos de la Casa Blanca. Hace falta imprimir mucha más personalidad en defensa de las y los mexicanos.