Cada 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer, fecha que nos invita a reflexionar sobre los avances y los desafíos en la lucha por la igualdad de género.
Aunque el 29 de marzo de 1908 fue el primer Día Nacional de la Mujer en Estados Unidos, designado en honor a las trabajadoras textiles que protestaron en Nueva York por sus condiciones laborales, fue la tragedia ocurrida el 8 de marzo de ese mismo año la que marcó la historia de los derechos de las mujeres. Ese día, 129 trabajadoras murieron en un incendio provocado, tras haber sido encerradas en la fábrica donde trabajaban, luego de hacer una huelga en busca de mejores salarios, reducción de la jornada laboral y el derecho al voto. Este trágico evento impulsó a las mujeres a luchar con mayor fuerza por sus derechos.
En 1910, durante el II Encuentro de Mujeres Socialistas en Copenhague, la delegada alemana Clara Zetkin propuso establecer el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer, en honor a aquellas trabajadoras que realizaron las primeras acciones contra la explotación laboral. En 1945 se forma la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que incluyó la igualdad de género en su primer acuerdo internacional. Treinta años después, en 1975, la ONU conmemoró por primera vez el Día Internacional de la Mujer el 8 de marzo, que coincidió con el Año Internacional de la Mujer.
Sin embargo, la lucha por la igualdad de género permanece vigente. Sólo basta con analizar los resultados del Índice Global de Brecha de Género, el cual evalúa la paridad de género en diferentes países mediante cuatro subíndices: participación y oportunidades económicas; logros educativos; salud y supervivencia; y empoderamiento político.
En 2024, México tuvo las peores puntuaciones en el rubro de participación y oportunidades económicas, y ocupó el lugar 109 de 146 países, con una participación de 61.2%. Además, sólo 46% de las mujeres participan en la economía, lo que ubica a México en el lugar 122 de 146. En cuanto a la brecha de ingresos por género, México ocupa el lugar 119, lo que lo posiciona como uno de sus mayores retos por atender.
A pesar de los avances en la lucha por los derechos humanos de las mujeres, que están protegidos por instrumentos internacionales como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), ratificada por México en 1980, todavía queda mucho por hacer. Este instrumento ha servido como base para desarrollar leyes nacionales, estatales y políticas públicas en pro de la igualdad de las mujeres.
A nivel nacional, en 2006, se promulgó la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la cual es una herramienta para garantizar los derechos de las mujeres y niñas. Define los tipos de violencia contra las mujeres, establece la coordinación entre los niveles de gobierno para prevenir, sancionar y erradicarla, establece órdenes de protección para las víctimas y utiliza el término “feminicidio” para referirse a una violencia específica.
En 2008, Jalisco publicó la Ley de Acceso a una Vida Libre de Violencia del Estado, la cual funda las bases para la atención y prevención de la violencia contra las mujeres. Su objetivo es garantizar el derecho de las mujeres a vivir libres de violencia; así como prevenir, erradicar y sancionar cualquier tipo de violencia contra las mujeres a través de mecanismos como la alerta de género, el Consejo Estatal para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres y el centro de refugio temporal para mujeres víctimas de violencia.
La Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco, consciente de la deuda histórica hacia las mujeres, ha emprendido acciones tendentes a garantizar sus derechos humanos. La principal es la creación de la Quinta Visitaduría General, la cual vigila que las autoridades del estado y los municipios cumplan con su obligación de prevenir, erradicar y sancionar la violencia en contra de las mujeres; además, investiga quejas de mujeres con perspectiva de género.
Es la encargada también de supervisar el cumplimiento de las 125 recomendaciones emitidas en 2020 sobre la igualdad de género en los municipios de Jalisco. Otra acción es la consolidación de la Unidad de Igualdad de Género, para incorporar la perspectiva de género en el quehacer institucional, fortalecer la igualdad entre mujeres y hombres, desarrollando una cultura laboral y organizacional de igualdad de oportunidades, sin violencia y libre de discriminación.
Lograr la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres requiere del esfuerzo de las instituciones públicas y de la sociedad. Como presidenta de la CEDHJ, y en el marco del mes en que se conmemora la erradicación de la violencia contra las mujeres, refrendamos nuestro compromiso con las mujeres y niñas en nuestro Estado. Esta defensoría es sensible y consciente de la discriminación por razón de género que aún prevalece en la sociedad, por ello, todos los días realizamos un esfuerzo para lograr que la brecha de género disminuya, para hacer que la voz de las mujeres se escuche y para que se hagan valer sus derechos.