Inflación al productor mayor que al consumidor: implicaciones

Es de llamar la atención que en el Informe Trimestral del Banco de México se dediquen solo dos párrafos a la inflación al productor y 15 páginas a la inflación al consumidor, y digo que es de llamar la atención por que la inflación al productor muestra la inflación por empuje de costo, es decir, es un indicador de las presiones en el incremento de los costos de producción que enfrenta el productor.

La inflación al productor mide el incremento en los precios de los bienes producidos y vendidos en el primer canal de distribución. En pocas palabras, son los precios de los productos en la fábrica. No incluye la comercialización, la publicidad, la distribución, los impuestos indirectos como el IVA, ni los gastos de transporte. Este tipo de inflación nos permite anticipar la tendencia en la inflación al consumidor, ya que el incremento en los costos de producción suele trasladarse al precio final para el consumidor.
La inflación al productor o índice precios al productor (INPP) es un indicador crucial para evaluar la inflación desde el lado de la producción, y en México se calcula mensualmente con una muestra de 126 mil 377 cotizaciones.

De acuerdo con el INEGI, en febrero de este 2025 el índice Nacional de Precios al Productor fue del 7.97% a tasa anual, y desde mediados del 2023 muestra un incremento persistente. En cambio, la inflación al consumidor fue del 3.77% en el mismo período.
Los datos indican que la inflación al productor es del doble que la del consumidor y ello indica que los productores no han trasladado la totalidad de sus costos al consumidor, lo que es resultado de una debilidad de la demanda interna, es decir hay un proceso de absorción de la inflación, ¡alguien está asumiendo el costo!

El productor tiene varias alternativas:
1. Disminuir su margen de utilidad, con el riesgo de pérdidas y de que la empresa desaparezca con la consecuente pérdida de empleos o riqueza (bienes y servicios producidos).
2. Puede negociar con el proveedor y posponer el pago, con el riesgo de quedarse sin materias primas.
3. Buscar otros proveedores o insumos más baratos, disminuyendo la calidad de los productos, pero manteniendo el precio.
4. Puede disminuir la cantidad de producto, pero mantener la misma presentación de forma que el consumidor piensa que compra la misma cantidad al mismo precio, ejemplo: bolsa de papas con menos papas y más aire, lata de atún con más agua y menos atún, ¿le parece familiar?
5. Mucho menos probable, el productor negocia con el banco el posponer el pago de sus créditos, o un mayor plazo, pero quizás a una tasa de interés mayor.
6. La más difícil: negociar con Hacienda posponiendo el pago de impuestos o negociando su diferimiento y, finalmente…
7. La más probable, la disminución de su costo laboral: quitando prestaciones, sustituir contratos permanentes por temporales, subcontratando, despidiendo y contratando a trabajadores con un salario menor, o la más utilizada, registrando a los trabajadores en el seguro social con un salario menor al devengado.

Este último caso, el más frecuente, es el que genera la precarización del empleo, fenómeno que se ha venido incrementando en México.
Así tenemos que a enero del 2024, de acuerdo con el INEGI, la tasa de informalidad laboral es del 54.2%, es decir, uno de cada dos trabajadores no está protegido por leyes laborales, lo que significa que carece de beneficios sociales como seguro social, pensiones y derechos laborales básicos.

Por otro lado, la tasa de condiciones críticas de ocupación fue del 32.8%, esto es que uno de cada tres trabajadores cumplen alguna de estas condiciones: trabajan menos de 35 horas a la semana por razones ajenas a su decisión, o trabajan más de 35 horas a la semana con ingresos mensuales inferiores al salario mínimo, o bien trabajan más de 48 horas semanales, pero ganan cuando mucho hasta dos salarios mínimos.
El problema con esta situación es que la demanda se debilita aún más, y si la inflación al productor sigue aumentando, la precarización laboral y la economía se siguen debilitando. Para evitarlo es necesario promover medidas que favorezcan la investigación, el desarrollo y la innovación tecnológica que permita elevar la productividad.

Que el Banco de México (Banco Central), no pueda controlar estos factores con política monetaria, no significa que no deba analizar a profundidad las causas de la inflación por empuje de costos; de dicho análisis profundo se pueden generar políticas públicas para disminuir y evitar la inflación al productor.