medida que el proyecto avanza, los seguidores y analistas estarán atentos a los detalles sobre su financiamiento y su impacto en el equipo
El club inglés Manchester United anunció su intención de construir un nuevo estadio con capacidad para 100 mil espectadores, proyecto que, según su copropietario Jim Ratcliffe, buscará convertirse en “el mejor del mundo”.
Desde hace tiempo, el equipo ha evaluado la posibilidad de renovar el actual Old Trafford o edificar una nueva sede en la misma zona. La decisión ahora confirmada por el club es la construcción de un nuevo estadio como parte central de un plan de regeneración del área.
El proyecto, cuyo costo se estima en 2,000 millones de libras (2,600 millones de dólares), podría tardar hasta cinco años en completarse. Aunque aún no se ha anunciado una fecha oficial para el inicio de las obras, el martes se presentaron maquetas e imágenes conceptuales en las oficinas de la firma de arquitectos Foster + Partners, encargada del diseño del estadio y su entorno.
Ratcliffe destacó que el Manchester United necesita una instalación moderna que esté a la altura de los mejores recintos deportivos del mundo. En su declaración, mencionó que Old Trafford ha sido el hogar del club durante 115 años, pero considera que ya ha sido superado por otros estadios de talla internacional.
Según estimaciones del club, la construcción del nuevo estadio y la regeneración del área de Old Trafford podrían generar un impacto económico de hasta 7,300 millones de libras (9,400 millones de dólares), además de la posible creación de 92,000 empleos.
El proyecto cuenta con el respaldo de Alex Ferguson, exentrenador del United, quien dirigió al equipo durante más de 26 años y ganó 13 títulos de la Premier League. Ferguson afirmó que, aunque Old Trafford representa un lugar con recuerdos históricos, el club debe mirar hacia el futuro y aprovechar la oportunidad de construir un nuevo recinto de primer nivel.
A pesar del entusiasmo en torno al anuncio, el plan ha generado interrogantes entre los seguidores del equipo. El Supporter’s Trust del Manchester United, un grupo que representa a los aficionados, señaló que es fundamental que los seguidores sean consultados durante el proceso.
Algunas de sus preocupaciones incluyen el posible aumento en el precio de las entradas, el impacto en la atmósfera del estadio y la relación del nuevo proyecto con la deuda del club, que actualmente ronda los 1,000 millones de libras. También cuestionaron si esta inversión podría afectar la capacidad del equipo para reforzarse en el ámbito deportivo.
El estadio actual de Old Trafford, con capacidad para 74,000 espectadores, ha sido el hogar del Manchester United desde 1910 y es el recinto de mayor aforo en Inglaterra. Sin embargo, en los últimos años ha sido criticado por problemas estructurales, incluyendo filtraciones en el techo.
El plan para el nuevo estadio marca un punto de inflexión para el club, que atraviesa una temporada difícil en lo deportivo, ubicado en la 14.ª posición de la Premier League. A medida que el proyecto avanza, los seguidores y analistas estarán atentos a los detalles sobre su financiamiento y su impacto en el equipo.