Puedes dudar, pero no renunciar

Es normal tener momentos en los que sientas que ya no puedes más; sientes que ya no tienes opciones para que las cosas cambien. Es normal no querer seguir, no querer luchar y no querer avanzar. Se te cierra el mundo, no sabes cómo actuar o qué hacer pero aunque parezca difícil, ¿en serio vas a renunciar a lo que te ha costado tanto? ¿Vas a dejar ir todo por lo que has luchado vas a ver cómo se terminan años de trabajo sólo porque estás cansado?

Jamás permitas que estos momentos te nublen y te hagan ver cosas que no. Se vale estar cansado, se vale decir “hoy no”; se vale llorar y se vale decir, “¿y si no puedo? Pero permite ese momento sólo una vez; que no te desmotive, que no te deje caer, que no te robe tus sueños, tus ideales. Que no te quite esa sonrisa, que no te quite esas ganas de seguir. Todos meceremos sentirnos mal, ¿a quién no le sucede?
Es parte de la vida y eso nos hace crecer y madurar. La vida está llena de retos. ¿Quién dijo que lograr nuestros sueños era fácil? Al contrario, más valoras cuando te das cuenta de esa capacidad que tienes, que no dejas que te quite ese brillo. ¡Ánimo! Todos podemos ante cualquier reto que nos ponga la vida; está en tí, en decidir si vas a permitir que la duda acabe con tus aspiraciones. Está en tí si le das ese poder; está en tÍ en decir “hasta aquí”.

Yo he dudado; me han hecho dudar. Pero gracias a eso sigo luchando por mis sueños, sigo creyendo en mí y sigo creyendo que tengo muchos sueños por cumplir y quizás pueda tener días en los que sienta que no pueda, pero tengo más que me dicen: “¿y por qué no ser la diferencia y marcar un rumbo que te haga sentir orgullo por lograr cosas que jamás imaginaste conseguir?”.
La vida es difícil, sí. Está en tí darle el sentido que quieras; puedes tener dudas pero eso sí, jamás jamás renuncies a tus sueños.