La tos ferina se contagia cuando una persona infectada tose o estornuda, esparciendo gotas con la bacteria en el aire
La tos ferina es una enfermedad respiratoria causada por la bacteria Bordetella pertussis. Puede afectar a personas de cualquier edad, aunque representa un mayor riesgo en bebés, ya que puede provocar complicaciones graves o incluso la muerte.
La Secretaría de Salud (SSa) ha registrado 288 casos de tos ferina en 15 estados del país. Este número representa un aumento significativo en comparación con 2024, cuando se reportaron 14 casos.
La enfermedad se propaga a través del contacto con secreciones respiratorias de personas infectadas. Luego de la exposición, los síntomas pueden aparecer entre una y dos semanas después, iniciando con signos similares a los de un resfriado común, como fiebre, secreción nasal y tos leve, que con el tiempo se intensifica.
En casos más graves, los ataques de tos pueden provocar:
Los bebés pueden presentar dificultades para respirar o pausas en la respiración en lugar de tos intensa.
El tratamiento consiste en el uso de antibióticos recetados por un médico. En casos graves, se puede requerir la administración de líquidos por vía intravenosa.
Se recomienda acudir al médico si la tos causa vómito, cambios en la coloración de la piel, dificultad para respirar o pausas en la respiración.
La tos ferina se contagia cuando una persona infectada tose o estornuda, esparciendo gotas con la bacteria en el aire. Para reducir el riesgo de infección, es importante mantener medidas de higiene y vigilancia, especialmente en bebés.