¿Cuántas veces nos dijeron que en México no se producía, ni se consumía fentanilo? En el sexenio pasado, el expresidente López Obrador lo mencionó una y otra vez desde el púlpito de Palacio Nacional en sus conferencias mañaneras. La realidad es que buena parte de la información publicada en medios contradice los dichos del expresidente, desnudando una mentira sostenida de forma sistemática en el sexenio anterior.
Al cierre del sexenio de AMLO, se informó que entre el 2019 y 2024, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) identificó y desmanteló 26 laboratorios de esta droga en México. De estos, 22 se localizaron en Sinaloa, tres en Baja California y uno en Chihuahua. Igualmente, en diciembre de 2024 se realizó el mayor decomiso de la historia, con poco más de una tonelada o 20 millones de pastillas.
Las tensiones entre Estados Unidos y México tienen fundamento en esta crisis de salud y seguridad pública, que el gobierno de Morena intentó negar durante años, sin embargo, hoy es un asunto que no se puede ocultar, como otros tantos que la 4T ha intentado encubrir, como un país que se ha quedado sin reservas y depende de la deuda para dar continuidad a los programas sociales, o bien el desgarrador número de personas desaparecidas y asesinadas durante los últimos años.
Perpetuar un proyecto de nación cimentado en las mentiras más viles, se ha convertido en la firma de Morena, los megaproyectos de la cuarta transformación, abrazos no balazos, primero los pobres y la lucha contra la corrupción, son algunas de las mentiras convertidas en políticas públicas multimillonarias, que han dado como resultado el declive de México en los indicadores internacionales de desarrollo, percepción de la seguridad y la corrupción, crecimiento económico y competitividad.
El zar de la propaganda nazi, Joseph Goebbels, dejó la macabra enseñanza de que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. A pesar de los números rojos en salud, educación, seguridad y crecimiento del PIB –todos ellos, apartados fundamentales para cualquier país– Morena ha logrado sostener una peligrosa narrativa de gobierno, que no es más que una bomba de tiempo que no tardará mucho en estallar.
En política, la comunicación es el arma más poderosa que hay. No son pocos los ejemplos a nivel mundial, que han alcanzado el poder gracias a esta herramienta. En México, Morena ha instalado un aparato de control para imponer mentiras de manera oficial desde las conferencias mañaneras; el silencio a los medios de comunicación y líderes de la oposición. Las advertencias de que eran un peligro para el país siguen haciendo eco hoy en día.