Los derechos humanos de niños, niñas y adolescentes están estrechamente relacionados con la salud mental, ya que la infancia y la adolescencia son etapas críticas para el desarrollo emocional y psicológico. A pesar de los avances legislativos y de políticas públicas, en México existen diversos desafíos que deben abordarse para garantizar el bienestar y desarrollo integral de esta población.
La salud mental, definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un estado de bienestar físico, mental y social, enfrenta varios desafíos en el país. La falta de costumbre de acudir al psicólogo, junto con el estigma asociado a los problemas emocionales, dificulta su manejo.
En México, en 2019, el 13.4 % de las niñas, niños y adolescentes padecían algún trastorno mental como ansiedad, depresión o trastornos del estado de ánimo, de acuerdo con la OMS. Además, el suicidio es la segunda causa de muerte en jóvenes de 15 a 29 años, lo que resalta la necesidad de brindar información y atención psicológica adecuada.
La salud mental en México, especialmente en la niñez y adolescencia, enfrenta varios desafíos y retos. Uno de los principales obstáculos es la falta de recursos y financiamiento para programas de salud mental, lo que limita el acceso a servicios de atención psicológica y psiquiátrica, especialmente en áreas rurales y marginadas. Sin embargo, también hay áreas de oportunidad para mejorar la situación. Es de suma importancia abordar la salud mental desde una perspectiva integral y multisectorial, que involucre a los gobiernos, las organizaciones de la sociedad civil, las familias y las comunidades.
En este sentido, la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco, a través de la Sexta Visitaduría General, busca que se garantice la protección y defensa del derecho a la salud de este grupo poblacional con la finalidad de coadyuvar en la formulación de estrategias encaminadas a prevenir conductas violatorias y promover la educación y la conciencia sobre la salud mental, combatir la discriminación y el estigma; asimismo, fomentar la participación y la inclusión de las personas con este tipo de condición.
Con el objeto de reforzar los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes, se participa en la vinculación interinstitucional para mejorar sus condiciones de vida, a través de una participación constante con organismos gubernamentales, sociales, académicos y civiles, que ayuden a visibilizar la importancia de integrar la salud mental en la atención primaria, con el objetivo de mejorar el acceso a los servicios de salud mental y reducir la brecha en el tratamiento de los trastornos mentales. Asimismo, la participación activa de la comunidad en la planificación e implementación de programas de salud mental permite abordar de manera efectiva las necesidades específicas de esta población.
En conclusión, los derechos humanos de las niñas, niños adolescentes en México enfrentan diversos desafíos, especialmente en el ámbito de la salud mental. Es primordial fortalecer la implementación de un enfoque integral y multisectorial, promover políticas públicas efectivas, mejorar el acceso a servicios de salud mental y promover la educación y sensibilización de la sociedad para garantizar el bienestar y desarrollo de esta población.
Es fundamental abordar la salud mental desde una perspectiva preventiva y promotora; esto incluye implementar programas de educación emocional y social en las escuelas, además de capacitar a las y los maestros y madres y padres para reconocer y atender los problemas de salud mental en la niñez y adolescencia. Promover la salud mental y proteger los derechos humanos es parte del compromiso de garantizar la dignidad y el bienestar de las personas. Al hacerlo, México podrá avanzar hacia un futuro más justo y equitativo.