El pasado 3 de abril, en Casa Jalisco se reunieron con el gobernador 62 de los 74 legisladores del Estado de Jalisco, entre quienes son diputados federales y los que integran el Congreso del Estado. El encuentro ocurrió justo el día en que la presidenta Claudia Sheinbaum había presentado 18 acciones para proteger la economía nacional en medio del huracán desatado por los aranceles de Donald Trump. Pero la convocatoria política de Pablo Lemus Navarro había sido previa: desde el lunes 31 de marzo se habían girado invitaciones a los integrantes de todas las fuerzas políticas para tener una primera reunión de la que se espera, surja una dinámica de negociaciones y resultados positivos.
El lema de trabajo, acordado o espontáneo, es “por el bien de Jalisco”. Y se puede tener confianza en ello porque ante la pluralidad de los intereses, es poco probable que se finjan resultados si no hay acuerdos y cumplimiento.
La primera impresión y así se declaró, es que el gobernador Lemus exhibió habilidades y argumentos suficientes como para convencer a los representantes de diferentes fuerzas políticas que sobre todo desde las elecciones de 2024, se han enfrentado en luchas sin cuartel. Puede considerarse que la convocatoria ya es un avance notable.
Pero a partir de un primer acercamiento, lo que sigue ahora es que los encuentros corteses se traduzcan en resultados.
El más obligado es el gobernador mismo junto con su gabinete. Al administrar los recursos del presupuesto estatal, lo pondrá a disposición de los grupos políticos para que sobre todo, en los municipios donde gobiernan, puedan acceder a programas y apoyos en un marco equitativo y de cumplimiento a las reglas.
Pero no todo es dinero.
Cuando hay encuentros como estos, “por el bien de Jalisco”, también es importante que se abran espacios para conciliar y acordar soluciones en problemáticas graves como las de desaparecidos, la administración de la justicia (aquí entra la reforma al Poder Judicial estatal), el acceso al agua para consumo humano y actividades económicas; también puede haber acuerdos y esfuerzos conjuntos en el tratamiento a la basura, los proyectos de movilidad y un largo etcétera.
El camino apenas comienza, pero si los grupos políticos consiguen un acuerdo mínimo para tomar posturas de apoyo en asuntos específicos, Jalisco puede presentar un frente sólido para entenderse por ejemplo, con la presidencia de la república.
No habrá resultados mágicos. Habrá que esperar que con un esfuerzo como éste, los grupos políticos sean congruentes y responsables. Es su oportunidad de profesionalizar la política y contrarrestar un poco, el descrédito que pesa sobre ellos.