Llegó la revancha deportiva
Mucho se habla del gran trabajo que han realizado los chinos en los clavados. Es una potencia que en cada edición de unas olimpíadas ha figurado en el pódium.
En París, dentro del trampolín tres metros sincronizados, México dio una muestra de que se tenía el nivel para superarlos. En aquella ocasión, los chinos se quedaron con el oro pero no pueden negar que tanto Osmar Olvera como Juan Manuel Celaya les dieron una muestra de que ellos tenían todo para ese metal áureo; el trabajo de los mexicanos seguía la meta clara de ganar el oro en unos olímpicos, mundiales, preolímpicos o copas; sabían que se podía soñar porque el nivel era evidente.
Guadalajara fue el escenario para esa revancha ante la potencia de China y se logró: México se proclamó campeón en el trampolín tres metros sincronizados. Hoy nuestro país disfrutaba de este oro, éste que les fue arrebatado en París. China se quedó con la plata pero también entendieron que el crecimiento deportivo que ha tenido el país en uno de los deportes más ganadores, tenía que pasar.
Los nombres de Osmar Olvera y Juan Manuel Celaya siguen marcando la historia, una que también ya comparte el mexicano Randall Willars, quien se coronó con el oro en la prueba reina: la plataforma de 10 metros individual. Un deportista que en las preliminares finalizó como primer lugar haciendo valer esto en la gran final, donde se llevó el título, y detrás de estos medallistas de oro, vienen los jóvenes que también se midieron a potencias mundiales que les pelearon al tu por tu y que buscan que su nombre figure en el muro olímpico de México.
