República Dominicana comenzó a despedir este jueves a los más de 200 fallecidos que dejó el derrumbe de una discoteca en Santo Domingo, aunque muchos aún aguardan desesperados por los restos de sus familiares muertos.
El techo del club Jet Set colapsó el martes 8 de abril de madrugada en plena presentación del popular cantante Rubby Pérez, una de las voces más emblemáticas del merengue. Los socorristas terminaban de extraer restos humanos entre los escombros de láminas de zinc y barras de acero.
Las autoridades terminaron las labores de búsqueda, ya sin chance de hallar nuevos sobrevivientes.
En los alrededores de la morgue se respiraba dolor, angustia y desesperanza. Un listado con los nombres de los fallecidos fue colocado sobre la lona de una tienda de campaña aledaña repleta de gente.
Rubén Estevez espera el cadáver de su prima, una comerciante de 39 años residenciada en Nueva Jersey que visitaba la isla. “La identificaron anteayer y todavía el acta de defunción no la han hecho, no se sabe cuándo se la van a llevar para Estados Unidos”, dijo a la AFP entrada la noche.
“Mi familia no aparece (…) me estoy volviendo loca”, expresó por su parte Esperanza Domínguez.
El ministro de Salud, Víctor Atallah, dijo que medicina forense trabaja a capacidad y pidió paciencia. “No va a quedar nadie sin identificar y nadie sin tener una respuesta”, prometió. “Vamos a mover hasta la última piedra que haya que mover”.
Información: AFP