La economía es una ciencia social que se conforma con un conjunto de decisiones que toman las familias, las empresas y el gobierno. Estas decisiones son de corto, mediano y largo plazo, y para cada una de ellas se requiere de certeza, es decir, información completa y precisa, lo que implica eliminar la desconfianza, la inseguridad y disminuir los riesgos.
Entre las decisiones de corto plazo están utilizar nuestro excedente monetario para comprar acciones, bonos del gobierno, oro, divisas e incluso criptomonedas. Estas decisiones se toman en cuestión de segundos, minutos y algunos días.
Las decisiones de mediano plazo tienen más que ver con el consumo de bienes duraderos: un automóvil, una lavadora, maquinaria nueva para reemplazar la vieja, contratar más empleados, lo que puede tomar varias semanas.
Las decisiones de largo plazo tienen que ver más con la producción, ampliar la fábrica, poner sucursales en el país o en el extranjero, generar nuevos productos, localizar nuevos mercados, constituir cadenas de suministro. Ello puede tomar meses e incluso años.
Todas las decisiones requieren de un panorama claro sobre el futuro, menores riesgos, mayor seguridad, estado de derecho e instituciones autónomas que compensen y corrijan los errores del gobierno en turno. Por ejemplo: un marco legal claro, una Suprema Corte de Justicia que se anteponga a intereses y conflictos personales, un banco central autónomo e independiente que pueda tomar decisiones para estabilizar los precios y los mercados financieros.
Hoy Donald Trump aplica una política económica errática, especialmente con su guerra comercial está aplicando medidas de freno y arranque. Hoy pone aranceles, mañana los pausa, para luego ponerlos otra vez, o establecer otro tipo de razones para aplicarlos.
Otras de sus medidas que están causando incertidumbre y protestas están relacionas con los hechos siguientes: ha despedido cerca de 25 mil trabajadores federales para reducir costos, y colocó a miles con licencia administrativa; también ha despedido a empleados que estaban contratados de manera temporal y a prueba.
Amenaza con destituir al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, porque no obedece su sugerencia de bajar las tasas de interés para contrarrestar los efectos adversos que van a ocasionar sus aranceles.
Ha endurecido la política migratoria y la deportación de migrantes afectando sectores claves de la economía como son la agricultura y la industria de la construcción.
Sus recortes en el gasto público están afectando a los sectores más vulnerables de la población que a su vez son los que más recienten la inflación y la pérdida de empleos.
Amenaza con deportar estudiantes y maestros extranjeros que protestan por sus políticas; les ha cancelado visas, y para los nacionales, presiona a las instituciones educativas para su expulsión.
Todo ello ha deteriorado la confianza empresarial y del consumidor porque incrementa la incertidumbre, afectando las decisiones de inversión productiva, contrataciones, inversión financiera, consumo y producción.
Sus aranceles y barreras comerciales han alterado las cadenas de suministro, afectando a las grandes empresas en su operación, costos y decisiones de largo plazo.
Todo ello ha generado una enorme volatilidad en los mercados bursátiles, de bonos y de divisas. Tan solo la semana pasada hubo una pérdida de valor en los mercados bursátiles de entre 7 y 8 billones de dólares, que combinados superan el PIB de Alemania, Japón y la India.
Su guerra comercial intensificada contra China, amenaza a las dos economías que en conjunto generan más del 45% del PIB mundial, lo que puede generar una crisis económica global.
Los inversionistas están vendiendo sus acciones y bonos de deuda del gobierno norteamericano, lo que ha ocasionado un incremento en la tasa de interés de dichos bonos, presionando las finanzas del gobierno y generando un debilitamiento del dólar, acelerando el proceso de desdolarización mundial, y, por si fuera poco, las medidas instrumentadas amenazan con generar una estanflación, con una caída en la productividad, la fractura de las cadenas de suministro y la dislocación de los mercados internacionales.