La Secretaría de Agricultura reiteró que se trata de un producto de alta demanda en el mercado estadounidense y que no existe, por ahora, una fuente alternativa que pueda suplir la oferta mexicana
El gobierno de México anunció que iniciará un proceso de diálogo con Estados Unidos ante la decisión de imponer aranceles de casi 21% a las importaciones de tomate mexicano. La medida fue comunicada por el Departamento de Comercio estadounidense, que prevé retirarse en un plazo de 90 días del acuerdo que suspendía una investigación antidumping iniciada en 2019.
Ese acuerdo permite actualmente que los productores mexicanos exporten tomate sin pagar aranceles, sin embargo, Washington argumentó que el pacto no ha protegido adecuadamente a los productores estadounidenses frente a lo que considera precios injustos de importación.
Julio Berdegué, secretario de Agricultura, señaló que se abre un periodo de 90 días para entablar conversaciones con el gobierno de Estados Unidos. El funcionario subrayó que México abastece el 90% del tomate que importa el país vecino y advirtió que la medida afectará a los consumidores estadounidenses. “Les van a salir más caras sus ensaladas, su ketchup y todo. No nos pueden sustituir porque no es que haya un montón de otros países que producen esta cantidad de excelentes tomates a un precio muy conveniente“, afirmó.
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum declaró que el gobierno mexicano no fue notificado directamente sobre la decisión. Según explicó, la información fue compartida con abogados de los productores mexicanos en territorio estadounidense. “Esto está mal”, expresó.
Desde el retorno de Donald Trump a la presidencia en enero, México ha sido uno de los principales objetivos de su política comercial. En marzo, Estados Unidos impuso aranceles del 25% a México y Canadá, bajo el argumento de que ambos países no han hecho lo suficiente para frenar el tráfico de migrantes y fentanilo. Aunque estos aranceles fueron suspendidos parcialmente, México continúa enfrentando medidas similares sobre acero, aluminio y automóviles.
El gobierno mexicano buscará alcanzar un acuerdo que evite afectaciones a los exportadores del sector agrícola. La Secretaría de Agricultura reiteró que se trata de un producto de alta demanda en el mercado estadounidense y que no existe, por ahora, una fuente alternativa que pueda suplir la oferta mexicana.