Este 2025 subieron más de 400% los secuestros virtuales en el país, si bien es cierto que ya tenían años ocurriendo, también es cierto que desde la llegada del actual gobierno con las medidas que se han impuesto en contra de los cárteles de la droga, tanto en México como en Estados Unidos, estos han tenido que diversificarse y ahora han optado por delinquir con la instalación de “call centers” tanto en centros penitenciarios, que para nadie es sorpresa que operen mediante el autogobierno, como en lugares establecidos camuflados entre la población, desde donde se dedican a realizar la ilegal práctica de extorsionar vía telefónica a la ciudadanía y obtener millonarias ganancias.
¿Cómo prevenir el ser una víctima más de esta práctica?
Lo más importante es tener comunicación hacia dentro del núcleo familiar y saber cómo suceden los secuestros virtuales y así prevenir engrosar la cifra de afectados.
1) Si recibes una llamada a tu teléfono fijo (casa o negocio), donde te digan con palabras altisonantes que van a causarle daño o secuestrar a algún familiar tuyo, pues se identifican como parte de un grupo de la delincuencia organizada, cuelga en ese momento, pues es el primer paso para iniciar con la llamada de secuestro virtual.
2) Si te ordenan que salgas de tu domicilio, que te dirijas a una tienda de conveniencia donde debes adquirir un nuevo número celular y apagues el tuyo, para posteriormente ordenarte que vayas a resguardarte en un hotel, en ese momento debes saber que te están usando para ser “la carnada” con la que engañarán a tus familiares diciendo que el secuestrado eres tú y así obtener ganancias millonarias.
3) En cuanto identifiques cualquiera de los dos pasos anteriores debes colgar, identificar el número y llamar al 911 para reportarlo.
Por increíble que parezca, delitos de esta naturaleza ocurren por decenas a diario en nuestro país y las autoridades se encuentran rebasadas para la atención de los mismos, así como para llevar a cabo el rastreo del dinero que se le deposita a estos grupos de delincuentes, por lo que ante la nula efectividad en la prevención y persecución de los delitos, lo mejor es cuidarnos hacia adentro del núcleo familiar.