Atacan con al menos 1,000 balas caseta de policía en Culiacán; un elemento perdió la vida y otros dos resultaron heridos. Suman 24 asesinados desde septiembre
Un violento ataque perpetrado la mañana del martes 15 de abril en la colonia Los Huizaches, al suroriente de Culiacán, dejó como saldo un agente municipal asesinado, dos heridos y severos daños en la caseta de la Policía Municipal. Los hechos ocurrieron cerca del inicio del turno matutino, cuando sujetos armados abrieron fuego contra la base de vigilancia.
El elemento fallecido fue identificado como José Adolfo ‘N’, quien se encontraba dentro de un vehículo Honda Civic color gris, estacionado junto a las instalaciones de la corporación sobre la calle Mina Plomosa, entre las avenidas Liberalismo y Presidente Miguel de la Madrid Hurtado. El agente estaba por concluir su jornada laboral cuando fue sorprendido por las ráfagas de alto calibre.
También se reportó que uno de los vehículos utilizados por los atacantes fue hallado abandonado en la avenida Álvaro Obregón, a la altura del libramiento Benito Juárez, conocido localmente como ‘La Costerita’.
La Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito Municipal (SSPyTM) confirmó que el uniformado asesinado salía de su turno al momento del atentado. Otro oficial resultó lesionado, aunque se informó que su estado de salud es estable y no corre peligro.
Mediante un comunicado, la SSPyTM condenó el atentado y expresó su pesar por la pérdida del agente caído.
“Expresamos nuestras más sinceras condolencias a los familiares, amigos y compañeros del elemento caído. Su entrega y compromiso con la seguridad de nuestro municipio no serán olvidados”, señala el texto oficial.
Asimismo, se comunicó que la Fiscalía General del Estado (FGE) ya inició las investigaciones correspondientes para dar con los responsables del ataque. La corporación reiteró su disposición total para colaborar con las autoridades a fin de que el crimen no quede impune.
En el mismo mensaje, la institución reafirmó su compromiso de seguir trabajando bajo los principios de legalidad y justicia para salvaguardar la seguridad de la población.
Además de la tragedia humana, el tiroteo dejó una considerable estela de destrucción en la zona. Al menos 12 viviendas ubicadas sobre la misma calle donde se localiza la caseta policial sufrieron impactos de bala en sus fachadas. Algunas casas recibieron múltiples disparos y otras fueron alcanzadas por proyectiles aislados.
La infraestructura de la comandancia quedó severamente dañada tras ser blanco directo del ataque, con impactos visibles en prácticamente todos sus muros.
También se contabilizaron daños a vehículos: dos automóviles particulares de vecinos, el auto de un agente municipal y cuatro patrullas estacionadas en el área. Incluso objetos del entorno como tableros de básquetbol, árboles y anuncios publicitarios también resultaron afectados por las balas.
Durante las diligencias en el sitio, personal de la FGE localizó y recolectó más de 500 casquillos percutidos, muchos de ellos pertenecientes a rifles calibre .50, un indicio de la potencia del armamento utilizado por los agresores.