Quiero pronunciar mi postura ahora que nuestra Presidenta Claudia Sheinbaum, ha decidido no restablecer relaciones diplomáticas con Ecuador mientras Daniel Noboa permanezca en el poder.
Y es que en medio de opiniones encontradas al respecto, quiero destacar algunos puntos que considero importantes.
Mi punto de vista es una afirmación: debemos defender a capa y espada nuestra soberanía nacional; esto no debería ser una opción. Y es que no fue para menos el asalto en Quito en abril del 2024, ordenado por Noboa, para arrestar al ex vicepresidente Jorge Glas, quien estaba teniendo asilo político. Un precedente de tal tamaño que deja en evidencia la violación de la Convención de Viena acerca de relaciones diplomáticas.
En pleno contexto global, en el que con frecuencia se cede ante las presiones y se normalizan los atropellos, respaldo la firme posición de la Presidenta Claudia Sheinaum. Que quede claro que no es un capricho, va más allá este acto de dignidad: su postura de no restablecer relaciones diplomáticas mientras Daniel Noboa continúe en el poder. México ha actuado con apego y respeto de acuerdo a la legalidad internacional, no solo eso, se ha buscado la vida pacífica y jurídica a través de la Corte Internacional de Justicia. Por lo que no puedo ser omiso en reconocer el liderazgo de la Presidenta, que ha actuado con convicción, coherencia y respeto a todas las soberanías.
Defender la inviolabilidad de nuestras instituciones de Estado, diplomáticas, es un deber que no admite medias tintas. En esta decisión no solo se defiende a México, sino a la comunidad internacional que confía en el respeto mutuo a las naciones.
Hoy confirmo que el liderazgo con principios, con conocimiento de causa y humanismo mexicano, marca la diferencia. Sigamos construyendo este México grandioso; nuestro país que no se doblega ante la arbitrariedad. Con valor, con firmeza, seguiremos reafirmando que México se respeta. Defender a México es defender la paz, la justicia, la legalidad y el respeto entre las naciones.