Apenas este martes 22 de abril, se realizó la ceremonia oficial en la que Alfredo Barba Mariscal, conocido igual que su padre como el “Güero” Barba, se convirtió en el dirigente de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México (CATEM) en Jalisco. Con este nombramiento, prácticamente, resucitan con toda fuerza las estructuras sindicales que dominaron el sistema político durante la mayor parte del siglo pasado.
En el evento, estuvo presente también el poderoso dirigente nacional de este sindicato, Pedro Haces Barba, quien a la vez es diputado federal y uno de los principales aliados del coordinador de diputados de Morena, Ricardo Monreal Ávila.
Haces Barba es una de las figuras políticas más influyentes y cuestionadas en la llamada “cuarta transformación”. Ya son anécdotas nacionales las exhibiciones públicas de su riqueza, su afición a los toros, la renta de su enorme propiedad como salón exclusivo y su aparición en diferentes partes del mundo, igual que la manipulación de una fotografía para hacer parecer que había sido recibido en audiencia privada por el recientemente desaparecido Papa Francisco.
Pedro Haces Barba es la reencarnación de las figuras sindicales del México del siglo XX. Durante años, trabajó muy cerca de Andrés Manuel López Obrador y contribuyó a desmantelar lo que quedaba de las estructuras sindicales siempre ligadas al Partido Revolucionario Institucional (PRI). Puede afirmarse sin que sea ofensivo: aspira a convertirse en el nuevo Fidel Velázquez, pero quizá con un poder más concentrado.
La nueva estructura sindical todopoderosa, la CATEM, no surgió de luchas revolucionarias como sí sucedió con la CTM, la CROC y tantos otros sindicatos del siglo pasado. La CATEM, por el contrario, es el fruto de la negociación política y uno de los apoyos en los que se fundó el lopezobradorismo para alcanzar el poder.
Irónicamente, mientras el ex presidente aseguró que impulsaba reformas para que los sindicatos fueran libres y sus dirigentes fueran producto del voto libre de los sindicalizados, con el empoderamiento de la CATEM se regresa a las estructuras del poder que siempre se criticaron en el pasado.
Es otra de las vueltas al pasado. Y llegan para quedarse durante mucho tiempo.