Las autoridades italianas prevén la llegada de entre 150 y 170 delegaciones extranjeras y decenas de miles de personas más
Miles de personas comenzaron a despedirse del papa Francisco este miércoles en la basílica de San Pedro, donde fue instalada la capilla ardiente con sus restos. El ataúd, dispuesto ante el baldaquino barroco, permaneció abierto, con un rosario entre sus manos y vestidura litúrgica roja.
Jorge Mario Bergoglio, primer pontífice latinoamericano y elegido en 2013, falleció el lunes a los 88 años en la residencia de Santa Marta. Su entierro está programado para el sábado en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma, fuera del Vaticano, algo que no ocurría desde 1903.
El féretro fue trasladado por una procesión integrada por cardenales y guardias suizos. Durante su paso por la plaza de San Pedro, los fieles aplaudieron al ritmo de campanas y rezos. Desde primeras horas del día, cientos de personas esperaban acceder al templo para rendirle homenaje.
A diferencia de sus antecesores, Francisco pidió que su cuerpo no se colocara en un catafalco. La decisión obedeció a su preferencia por ritos sencillos. Durante su pontificado, mostró un estilo sobrio y directo, lo que generó apoyos y críticas dentro del ámbito eclesiástico.
En el plano internacional, se han registrado múltiples muestras de respeto. Diversas ligas de fútbol en América del Sur realizarán minutos de silencio durante los partidos de esta semana, incluidos los torneos de la Copa Libertadores y la Sudamericana. San Lorenzo, club del que Francisco era aficionado, también expresó su reconocimiento.
El funeral se celebrará el sábado por la mañana en la plaza de San Pedro. Líderes internacionales como Donald Trump, Javier Milei, Luiz Inácio Lula da Silva, Daniel Noboa, Emmanuel Macron, el rey Felipe VI de España y António Guterres ya confirmaron su asistencia. Las autoridades italianas prevén la llegada de entre 150 y 170 delegaciones extranjeras y decenas de miles de personas más.
La muerte de Francisco activó el proceso para elegir a su sucesor. El cónclave debe realizarse entre 15 y 20 días después del fallecimiento. Más de dos tercios de los 135 cardenales electores fueron nombrados por él.