“No hemos hecho más que empezar”, prometió este martes Donald Trump, al conmemorar en un tono triunfalista un frenético inicio de mandato que ha sacudido el mundo, desestabilizado Estados Unidos y hecho temblar a millones de migrantes.
Ante una muchedumbre de seguidores congregados en Michigan (norte), el presidente presumió de los “cien días más exitosos” de la historia estadounidense.
El republicano de 78 años dijo que echaba de menos hacer campaña en un largo discurso que recordaba sus mítines como candidato presidencial.
Repasó una a una todas sus obsesiones. Llamó “dormilón” a Joe Biden e incluso hizo una encuesta con el público para ver qué apodo despectivo preferían para su predecesor demócrata.
Acusó a los medios de comunicación de ser “mentirosos”, a los jueces de ser “comunistas”, a los países aliados de haber “saqueado” comercialmente Estados Unidos y a los opositores demócratas de ser “chiflados de extrema izquierda”. Tampoco se salvó el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. “No está haciendo un buen trabajo”, dijo de él.