El asesinato de Morales ocurre casi una década después de aquel operativo, en un contexto donde continúan los ataques contra elementos de seguridad vinculados a operaciones contra el crimen organizado
Iván Morales Corrales, ex suboficial de la extinta Policía Federal, fue asesinado la mañana del martes 30 de abril en el municipio de Temixco, Morelos. En el ataque armado también murió una mujer que lo acompañaba. Ambos viajaban en una camioneta negra cuando fueron interceptados por hombres armados que les dispararon en al menos 15 ocasiones.
De acuerdo con las autoridades, los agresores se trasladaban en una camioneta blanca y huyeron en motocicletas tras cometer el ataque. Paramédicos y elementos de seguridad confirmaron que las víctimas presentaban múltiples heridas de bala. Hasta ahora no hay personas detenidas. Entre las líneas de investigación figura una posible venganza vinculada con el pasado de Morales como agente federal.
Iván Morales fue uno de los sobrevivientes del derribo de un helicóptero militar ocurrido el 1 de mayo de 2015 durante la llamada Operación Jalisco, que tenía como objetivo la detención del líder delictivo de dicha región.
En aquella operación, el helicóptero Cougar con matrícula 1009 fue atacado con armamento de alto poder, incluyendo un fusil Barrett, una ametralladora Browning M2 y un lanzacohetes RPG-7. La aeronave transportaba a 18 elementos, entre ellos Morales, y se desplomó tras recibir el impacto de dos granadas. Nueve personas murieron y las otras nueve resultaron con lesiones graves.
Morales sufrió quemaduras en el 70% del cuerpo. Estuvo cinco meses hospitalizado y fue sometido a 15 cirugías. En una entrevista concedida a a un medio en 2023, relató que logró escapar mientras ardía en llamas, se despojó de su equipo táctico para no quemarse por completo y se ocultó detrás de una piedra hasta ser rescatado por elementos del Ejército.
Durante su recuperación, Morales expresó que su motivación para seguir con vida fue conocer a su hijo, que nació poco después de que él fuera dado de alta. El entonces presidente, Enrique Peña Nieto, lo condecoró con el Mérito Policial de Primera Clase por su participación en el operativo y su testimonio fue documentado públicamente.
El asesinato de Morales ocurre casi una década después de aquel operativo, en un contexto donde continúan los ataques contra elementos de seguridad vinculados a operaciones contra el crimen organizado.