El uso de inteligencia artificial para alterar imágenes o videos sin consentimiento ha generado preocupación entre especialistas en derechos digitales
La creadora de contenido Alana Flores informó que iniciará un proceso legal contra la persona que generó y difundió una imagen íntima falsa utilizando herramientas de inteligencia artificial. La imagen, en la que aparece su rostro insertado digitalmente en un supuesto acto sexual, comenzó a circular en redes sociales y fue desmentida públicamente por la propia influencer.
A través de un mensaje publicado en su cuenta oficial de la red social X, antes Twitter, Flores negó la veracidad de la imagen y aseguró que ya identificó al presunto responsable. Aunque este habría eliminado su cuenta en la plataforma, la streamer afirmó tener pruebas suficientes para proceder legalmente. “No es real. Y sí voy a buscar demandar”, escribió. También señaló directamente al usuario que, según ella, originó la difusión del contenido, identificándolo como @chainsant1.
La situación se enmarca en una serie de agresiones digitales que Alana Flores ha denunciado en meses recientes, principalmente relacionadas con el uso no autorizado de su imagen a través de inteligencia artificial.
Este caso se suma a otro episodio reciente en el que fue vinculada a un video editado digitalmente. En ese material, Flores aparece supuestamente dando declaraciones que nunca realizó. La creadora de contenido desmintió el fragmento, aclarando que el video original pertenece a una entrevista publicada en el canal de La Mole y que su voz y apariencia fueron modificadas digitalmente.
“El video también es IA. Yo nunca dije esto. La entrevista completa está en el canal de La Mole. Yo no tomo ni tomaba creatina”, escribió en su cuenta de X, en respuesta a la difusión del material alterado.
Hasta el momento, Flores no ha precisado el tipo de acción legal que emprenderá ni si contará con representación jurídica especializada en delitos digitales. Tampoco se ha informado si se presentará una denuncia formal ante las autoridades correspondientes.
El uso de inteligencia artificial para alterar imágenes o videos sin consentimiento ha generado preocupación entre especialistas en derechos digitales, quienes advierten sobre el vacío legal en casos de suplantación de identidad y violencia mediática en entornos virtuales.