Las remesas de dinero a México, que provienen casi en su totalidad de migrantes en Estados Unidos, se desplomaron un 12.1% anual en abril pasado al sumar 4.761 millones de dólares, informó este lunes Banco de México (Banxico).
La contracción ocurre en momentos en que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantiene una cruzada contra la migración irregular en ese país, que incluye “deportaciones masivas” que atemorizan a los extranjeros, y mientras el Congreso discute la aplicación de impuestos a estos envíos.
El megaproyecto de ley presupuestario de Trump que grava las remesas con 3.5% fue aprobado por la Cámara de Representantes y enviado al Senado.
Ante la inquietud por el impuesto, senadores mexicanos viajaron a Estados Unidos el 20 de mayo para intentar convencer a legisladores de ese país de frenar la medida.
La comitiva volverá a Washington esta semana “para dialogar con sus contrapartes sobre el tema”, anunció la cancillería mexicana el viernes pasado.
Ese día el titular de la cartera, Juan Ramón de la Fuente, dialogó por teléfono con el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, sobre las remesas y “las razones por las cuales México se opone” a gravarlas, informó el ministerio.
La política de Trump contra los migrantes ha provocado miedo e incertidumbre en barrios latinos de ciudades como Nueva York.
En marzo, agencias de envío de dinero, restaurantes y tiendas de ropa se quejaban de una caída en sus negocios de entre el 40 y el 60% en el barrio Corona, en Queens, con una amplia comunidad latina.
En México las remesas alcanzaron en 2024 un récord de 64.745 millones de dólares, equivalente a 3,5% del PIB, una proporción inferior a la que se registra en otros países de la región como Nicaragua (27,2%), Honduras (25,2%) y El Salvador (23,5%). Pero México es la segunda mayor economía regional, detrás de Brasil.