Independientemente de si las elecciones del 1 de junio eran o no constitucionales, democráticas o hasta como se dijo, una farsa, lo más lamentable es que no fueron incluyentes, es decir que no se respetó el derecho al voto para las personas con discapacidad.
A pesar de que se insistió que “el INE garantiza la Inclusión. Garanticemos su derecho al voto”, la consejera electoral Claudia Zavala, en entrevista con YO TAMBIÉN A.C. (7 de mayo 2025), reconoció que no serían unas elecciones incluyentes y se comprometió a que en las elecciones de 2027 se tomará en cuenta lo que en estas elecciones faltó en cuestión de apoyo para las personas con discapacidad.
Para estas elecciones se planeó instalar 80 mil casillas en todo el país y se pidió que cada sede distrital garantizara la accesibilidad de los espacios donde serían las casillas, situación que no se cumplió en su totalidad. Por otra parte, también se solicitó que capacitaran a los funcionarios de las mismas casillas para auxiliar a las personas con discapacidad que asistieran, y esto tampoco sucedió.
Estas elecciones ya de por sí eran complejas por la gran cantidad de información que las boletas contenían, debido a los múltiples cargos que tenían que votarse, y esta situación era todavía más complicada para una persona con discapacidad al no contar con los ajustes necesarios.
En todo el país las personas con discapacidad y varias organizaciones que trabajan con ellas, levantaron la voz y con pleno conocimiento señalaron los inconvenientes que esta elección traería para quienes viven con discapacidad.
Independientemente del abstencionismo, personas de la comunidad sorda, las personas con discapacidad visual, las personas con discapacidad intelectual, no pudieron ejercer su derecho a votar porque no se garantizaron los ajustes razonables para ejercer esta acción.
Con justa razón llegaron los reclamos increpando al INE por simular que las elecciones eran accesibles; las redes sociales se inundaron de mensajes como estos:
¡ Sin lengua de Señas Mexicana, no hay derecho al voto !
¡Este 1 de junio, miles de personas sordas en México quedamos fuera del proceso de elección judicial de Jalisco!
¿Por qué? Porque no se garantizó el acceso a las propuestas políticas en LSM, nuestra lengua.
¿Cómo decidir por quién votar, si no entendemos qué proponen?
Eso NO es inclusión sordo.
Eso NO es democracia.
La falta de accesibilidad en LSM nos niega un derecho constitucional: el derecho al voto libre e informado.
Exigimos que se respete nuestra lengua y nuestros derechos políticos.
La elección judicial no solo fue inaccesible para las personas sordas. Como ya mencionamos, tampoco estaba adaptada para personas con otras discapacidades; no había boletas en braille ni tampoco en lectura fácil.
Los pretextos sobraron: presupuesto recortado, poco tiempo para realizar adecuaciones, etc. De nada sirvieron las reuniones previas con personas con discapacidad y algunas asociaciones que ofrecieron soluciones ante las fallas, hasta los simulacros previos fueron cero incluyentes.
Ni lo más mínimo, como el uso correcto de los términos conforme a la Convención de Derechos Humanos de las Personas con Discapacidad que se utiliza desde 2006, se aplicaron en estas mal llamadas elecciones incluyentes y por tanto no se garantizó el derecho al voto.
La falta de empatía, la insensibilidad y falta de capacitación por parte de autoridades electorales, refleja una vez más el poco interés para respetar y hacer valer los derechos de las personas con discapacidad. De nuevo nos quedamos con la promesa de cambiar en las elecciones del 2027. Espero que para ese entonces no existan pretextos, sino hechos contundentes; que el INE y las autoridades electorales saben cumplir su promesa y sea un organismo que respeta el derecho al voto de TODOS los ciudadanos.