El presidente estadounidense Donald Trump estimó este viernes que su exaliado Elon Musk ha “perdido la cabeza” y sigue sin dar un paso para intentar enterrar el hacha de guerra tras su espectacular disputa pública.
Las desavenencias entre el presidente de la primera potencia mundial y el hombre más rico del planeta cautivan al mundo, que las sigue como si de un programa de telerrealidad se tratara, pero podrían tener graves consecuencias políticas y económicas para Estados Unidos.
Donald Trump no aceptó la mano que le tendió el jefe de Tesla y SpaceX, quien quería una conversación telefónica.
“El presidente no tiene previsto hablar con Musk hoy”, dijo a la AFP un funcionario de la Casa Blanca que pidió mantener el anonimato.
El jefe de Estado sí habló con periodistas estadounidenses.
En CBS, aseguró estar “totalmente centrado” en su trabajo y “nada más”.
Una periodista de CNN aseguró que le dijo: “Ni siquiera pienso en Elon. Tiene un problema. El pobre tiene un problema”.
“El hombre que ha perdido la cabeza”, agregó en una llamada a ABC.
Incluso se plantea, explicó por la mañana un funcionario, deshacerse del Tesla rojo que compró en marzo en apoyo al propietario de la marca cuando la compañía caía en la bolsa y varios vehículos fueron vandalizados.
Por la tarde el republicano parecía más tranquilo.
“No pienso en Elon Musk. Sólo le deseo lo mejor”, declaró a periodistas.