Las autoridades de las ciudades estadounidense sedes del Mundial de 2026 aseguraron el lunes que los aficionados extranjeros serán bienvenidos en el torneo a pesar de la incertidumbre generada por las constantes preocupaciones sobre visas, controles fronterizos y malestar social.
En una sesión informativa en Nueva York, celebrada a poco más de un año del partido inaugural del torneo, el 11 de junio de 2026, las autoridades afirmaron que la administración del presidente Donald Trump mantiene un “fuerte respaldo” a la Copa del Mundo.
Desde su regreso a la Casa Blanca, Trump ha iniciado una guerra comercial global, ha amenazado con anexar Canadá y ha implementado medidas enérgicas en la frontera que han resultado en un trato severo a los visitantes extranjeros que intentan ingresar a Estados Unidos.
La ofensiva migratoria de Trump ha provocado disturbios civiles, con enfrentamientos en Los Ángeles desde el viernes último, desencadenados por redadas a gran escala la semana pasada.
Once ciudades estadounidenses albergarán la mayor parte de los partidos del Mundial del próximo año, junto a tres de México y dos de Canadá, que por primera vez será coorganizado por tres países y disputado por 48 selecciones.
Ejecutivos de los comités organizadores locales de las once sedes de Estados Unidos se reunieron en Nueva York el lunes para informar sobre los aspectos logísticos del torneo, incluyendo el transporte, el acceso a los estadios, las zonas para aficionados y el acceso general al país.
“En cada una de nuestras ciudades, queremos estar preparados para que cualquier persona que venga y tome la decisión de venir a Estados Unidos o asistir al Mundial se sienta bienvenida”, declaró Meg Kane, directora del comité organizador de Filadelfia.