Se jugó la final del Campeón de Campeones en la Liga de Expansión, un torneo que ni a los directivos les importó. Los altos mandos de la Femexfut no estuvieron presentes en la cancha del Jalisco para presenciar y otorgar medallas y trofeo para quien resultara ganador de un trofeo que no sirve para nada.
El trofeo lo disputaron los Leones Negros, uno de los principales impulsores para pelear por la vuelta del ascenso y el descenso en el futbol mexicano, y la escuadra del Tapatío, cuyo objetivo es generar, madurar y pulir canteranos para abastecer a las Chivas. Un proyecto que parece va bien dirigido pero habrá que esperar. Sin embargo, lo que nos importa es que fue mucha casualidad que teniendo a la UdeG como actor principal, último campeón y luchando por este trofeo, no hubiera nadie de la Liga para entregar el título. Los únicos dos personajes que estuvieron fueron el presidente de la Liga de Expansión y el representante del banco patrocinador de la competencia.
Llámelo casualidad, azares del destino o desinterés, pero es raro. Hace 15 días cuando La Manada ganó el campeonato todos estuvieron; salió la famosa carta al TAS, la reacción de la FMF y el corte del subsidio y ahora mágicamente todos desaparecieron.
Seguramente estaban pegándole al shopping en los Estados Unidos, ahorita que está el famoso “moletour“ del Tricolor, donde también se pasan vergüenzas, pero eso lo tocaremos en otro momento.
Hoy nos queda claro que el pleito contra la UdeG está cantado. Buscarán hacer lo imposible por no contar con ellos; lo hicieron hace más de una década cuando ascendieron, se salieron del huacal televisivo y firmaron con una de cable. Hoy que están peleando por lo que es su derecho deportivo, también los están queriendo hacer menos, viene un buen enfrentamiento.
Veremos qué sucede en próximas fechas, por lo pronto, felicidades al Tapatío y sus jugadores que lucharon y ganaron una vez más el Campeón de Campeones de la Liga de Expansión. La airosa.